OPINIÓN

"Otro comienzo de clases sin vacantes y con recortes a la educación", por Werner Pertot

Larreta y Acuña adelantaron el comienzo de clases para promocionar su gestión educativa. No obstante, los números de faltas de vacantes y los recortes a las becas estudiantiles hablan de una realidad muy diferente.

Hace algunas décadas, que las clases comenzaran en medio de febrero hubiera resultado, por lo menos, extraño. Hoy forma parte del show de la gestión PRO, que convirtió a la educación en uno de sus caballitos de batalla camino a 2023. Horacio Rodríguez Larreta se mostró junto a su ministra Soledad Acuña, la de frases memorables, y volvieron a decir que su prioridad es la educación y que como hay educación, hay futuro, entre otras frases edificantes. Del otro lado, les señalaron que los niños y niñas que se quedan sin vacantes se cuentan por decenas de miles y hasta aparecieron dos informes de la Auditoría que dejan en claro los recortes sobre programas de becas estudiantiles. Uno de ellos, muy meritocrático, no pasó el filtro de la podadora presupuestaria.

Durante toda la semana de marketing PRO del inicio de clases, se oyó nuevamente el reclamo de falta de vacantes. La que recogió el guante fue la legisladora del Frente de Todos Laura Velasco, que presentó un pedido de informes para que el Gobierno porteño explique por qué “casi la mitad de los estudiantes porteños de los tres niveles quedó sin vacantes para cursar en escuelas públicas de la ciudad de Buenos Aires”. Según los números que cita Velasco, “de los 118 mil estudiantes porteños, más de 56 mil se quedaron sin escuelas debido al expulsivo sistema de inscripción".

Este número, no obstante, no es oficial: y acá nos encontramos con el primer problema, que es que el ministerio de Educación tiende a ocultar la cantidad de estudiantes que quedan sin vacantes año a año. Acuña varias veces sostuvo que los números que circulan de faltas de vacantes no son precisos, porque luego hay reacomodamientos del sistema educativo, pero el punto es que nunca elaboró un sistema que dé información oficial año a año de qué ocurre con las vacantes y, sobre todo, de cómo piensan resolver ese problema.

La legisladora además volvió a llamar la atención sobre los recortes presupuestarios a la educación que fueron constantes y sistemáticos a lo largo de la última década y media: “Primero con Macri y luego con Rodríguez Larreta, la ciudad perdió 12 puntos de su presupuesto educativo y, en los últimos tres años subejecutó 1.600 millones de pesos sólo en infraestructura escolar”:

Los recortes llegan también a las becas escolares. Y ahí es cuando los números duros se chocan con las declaraciones ceremoniosas sobre que la educación es prioridad porque habrá más de 190 días de clase (como si hubiera una relación lineal entre calidad educativa y cantidad de tiempo en el aula). Hay dos informes de la Auditoría General de la Ciudad que revelan recortes a programas de becas específicos, tal y como señaló en la semana que pasó el auditor Lisandro Teszkiewicz.

El primer programa de becas sobre el que llamó la atención la Auditoría porteña en un informe es "Elegí Enseñar". Se trata de becas que tenían el propósito de fomentar que más estudiantes de los últimos años del secundario eligan la carrera docente.En 2020 el programa se discontinuó por la cuarentena, pero siguió igual en 2021, cuando el gobierno porteño inició la campaña de "abran las escuelas" como caballito de batalla contra el gobierno nacional. Y, curiosamente, el programa (que no insumía más de 5 millones de pesos) tampoco volvió en febrero de este año, cuando Acuña, dijo que iban a eliminar los protocolos y otras "palabras raras" de las escuelas. Si ya volvieron las clases, ¿por qué no vuelven esas becas?

No fue el único caso de recorte de becas que encontró la Auditoría porteña. En un segundo informe, en el que analizaron el programa "mejores promedios" que, según la web del gobierno porteño "reconoce los esfuerzos y méritos de los estudiantes, impulsando la continuidad de sus estudios a nivel universitario y/o terciario", el organismo de control constató que sobre 52 millones presupuestados se ejecutaron solamente 16 millones. En ambos casos la Auditoría registró una negativa del Ministerio de Acuña a entregar datos sobre el funcionamiento del programa a un organismo de control. Lo mismo que ocurre con los datos de las vacantes. Un Estado opaco que no da explicaciones por ninguna de las decisiones ni consulta a la comunidad educativa antes de tomarlas.

Una curiosidad: se desfinanció un programa que apuntaba a la meritocracia que desde el PRO tanto dicen sostener. De hecho, Juntos por el Cambio, presentó una ley nacional de evaluación educativa e indicaron que buscan premiar con más recursos a aquellas jurisdicciones que muestren "mejoras significativas en sus indicadores educativos". Se me ocurren dos cuestiones para discutir allí: ¿cómo se definen cuáles son las mejores provincias? ¿Con los parámetros del Banco Mundial para medir la calidad educativa? Y la segunda y peor: los distritos que estén peor reciben menos recursos que los que están mejor, ¿cómo sería eso una ayuda para que mejoren? En el paradigma neoliberal, se supone que con esfuerzo mejorarían para alcanzar el premio. En la práctica, menores recursos, peores salarios y condiciones materiales no mejoran un sistema educativo. Por otra parte, la educación es un derecho y no un premio para quienes logren llegar.

Para completar la semana educativa, Larreta anunció que por primera vez iba a haber escuelas bilingües en la Ciudad, pese a que ya existen desde 2003. En verdad, se trata de seis establecimientos educativos de jornada completa que antes incluían el idioma en su currícula como una materia más. Referentes de la oposición y gremios docentes cuestionaron el carácter novedoso de la medida de las escuelas bilingües, ya que recordaron que es un programa que existe desde 2003.

En paralelo, Larreta también comunicó que las "horas libres" se convertirán en una nueva instancia de aprendizaje para los más de 97 mil alumnos de 152 escuelas de nivel secundario de gestión estatal. En esos espacios, los chicos tendrán clases de inglés y matemática. Le advirtieron desde los gremios que las horas libres se deben en gran parte a la falta de docentes en CABA. Si faltan docentes para dar las clases, ¿de dónde van a sacar los que entren mágicamente a dar inglés o matemáticas? ¿Van a utilizar a los preceptores? Ya salió UTE-CTERA pidieron que no se generen puestos de trabajo precarizados.

Y para cerrar, algo que une dos cuestiones que analizamos acá: desfinancian becas para promover que haya más docentes, atacan a los institutos de formación docente (los quisieron eliminar, de hecho), pero presentan una medida para “llenar” de alguna manera las horas libres, que va de la mano con el imaginario de que los docentes son unos vagos que tienen demasiadas vacaciones (Macri dixit, para luego irse a domar reposeras) y que los estudiantes tienen que agarrar la pala. Más PRO no se consigue.

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