COMUNA 15

Sitopia: Florencia Gallino vive en Villa Crespo y es la guardiana del medio ambiente

En 2016, Florencia Gallino creó Sitopia, un emprendimiento sustentable que promueve, educa y facilita el cultivo urbano en huertas, la producción de compost, y la supervivencia de las mariposas.

Dafne Strobino

Charlamos con la entrerriana Florencia Gallino, licenciada en Relaciones Internacionales, con varios diplomados en Desarrollo Sustentable, Permacultura, Paisajismo y ahora está estudiando la tecnicatura en Producción Vegetal Orgánica en la UBA. En 2015 vivía en México y se preguntó “¿Dónde, cómo y quién produce mi alimento?”, fue entonces cuando decidió empezar su propia huerta urbana en una terraza con una amiga. Así nació Sitopia, con el objetivo de crear espacios de regeneración urbana y alimentos.
 
A finales de 2018 regresó a la Argentina y se instaló en el barrio de Villa Crespo. Si bien el fuerte de Sitopia es la capacitación, también cuenta con líneas de productos que complementan la parte educativa, como semillas agroecológicas y macetas de materiales sustentables. Durante la pandemia, capacitó a más 2000 personas, además de ofrecer creación de huertas en domicilios.
 
¿Cómo fue arrancar con este proyecto que abarca distintas aristas dentro de lo que es la protección del medio ambiente?
El proyecto nace como una propuesta para acercarse a la naturaleza dentro de la Ciudad, comienza con la temática de huerta, luego el compostaje y posteriormente las plantas nativas y las mariposas. Todas las propuestas que hacemos están vinculadas a este principio: Habitar la naturaleza dentro de la ciudad.
La misión de Sitopia es la regeneración urbana. Nuestro objetivo es inspirar y facilitar el cultivo urbano, desde crear espacios vivos y comestibles, hasta compostar los residuos orgánicos.
Para Sitopia la naturaleza es la herramienta fundamental para educar, empoderar y transformarnos. La naturaleza es siempre la mejor maestra, nosotros somos guías que impulsamos a escucharla y trabajar a su favor.
 
Cuándo empezaste con Sitopia estabas viviendo en México, ¿cómo fue ese comienzo?
Sí, en medio de la Ciudad de México, en la terraza de un edificio, con poca información pero mucho entusiasmo, construimos la primera huerta y dimos nacimiento a Sitopia. Nuestra primera sorpresa fue que a los tres meses nos estábamos alimentando todos los días de la cosecha de nuestra huerta; siempre había algo para comer y los sabores eran deliciosos, frescos y más intensos; estábamos descubriendo el sabor real de las hortalizas. Luego, vecinos y amigos se entusiasmaron y nos pidieron ayuda para iniciar sus huertas.
En un abrir y cerrar de ojos habíamos hecho el acto más revolucionario de nuestras vidas: habíamos construido una huerta en nuestra terraza, y estábamos alimentándonos de ahí. Nuestra mente soñó, y tuvimos la capacidad de imaginar a toda la ciudad vestida de zanahorias, tomates, lechugas y acelgas. Vimos a las terrazas pintarse de verde, vimos a las personas subiendo a cosechar su comida, soñamos con una ciudad evolucionando hacia la soberanía alimentaria y el bienestar social.
La huerta es una excusa para volver a conectar con la naturaleza, dentro de un espacio reducido: balcón, terraza, ventana incluso. Te ayuda a entender las temporadas de los alimentos y a conocer otras variedades de hortalizas que no encontrás en la verdulería, porque son más difíciles de comercializar. En tu casa podés producir cosas diferentes.
 
¿Cómo definirías a Sitopia?
Sitopia es la evolución de la urbe hacia un sistema alimentario sostenible. Sitopia es el lugar de la comida, el espacio sagrado que nos permite sanar, reconectar con el alimento y con nosotros mismos.
La sostenibilidad es uno de los pilares de Sitopia. Con esto nos referimos al uso de recursos, a las relaciones humanas, y a la resiliencia de los proyectos. Creemos que la sostenibilidad son vínculos positivos a largo plazo, donde los resultados están sujetos a dar más de lo que tomaron, generando y regenerando relaciones simbióticas en el Planeta. Nuestro compromiso es crear abundancia integral y regenerar los ecosistemas.
 
¿Dictan cursos y talleres?
Si, damos talleres presenciales y online tanto de huerta, compost y de mariposas. El taller de mariposas tiene que ver con armar un jardín para atraerlas y también la posibilidad de hacer un mariposario para apreciar todo el ciclo y liberarlas. Ahora estamos trabajando en el armado de un mariposario con doble función, ensamblable, que se podrá enviar a todo el país.
Además, nuestra escuela es la permacultura, donde aprendimos a trabajar a favor de la naturaleza, imitando sus formas y ciclos, aprovechando los materiales casi crudos, recreando ecosistemas y buscando un equilibrio entre todas las partes. La mejor maestra ha sido la huerta, en esas primeras macetas, fuimos aprendiendo no solo sobre el funcionamiento de las plantas, sino también sobre todos los procesos de la vida. Han sido las horas de contemplación lo que nos ha brindado los grandes aprendizajes, y donde seguimos aprendiendo cada día.
Desde 2016 hemos dictado más de 100 talleres. Impartimos talleres abiertos al público, privados, a empresas y en línea. Hemos viajado y realizado instalaciones de huertas en diferentes climas y para cubrir diversas necesidades. Desde huertas comunitarias para comedores, huertas privadas para familias, huertas escolares y hasta huertas empresariales.

¿Cómo transcurrieron la pandemia?
A través de las mariposas encontramos una llave para lograr que la gente se conecte más con la naturaleza, en especial durante la cuarentena. Fue un detonante importante con todo lo que tenga que ver con el jardín y el verde. Con un pedacito de terraza, balcón o jardín, la naturaleza se convertía en una especie de santuario para muchas personas que se dieron la oportunidad de observar, algo que en la vorágine del día a día de la ciudad no se hubieran permitido.
Tanto el jardín como la huerta nos invitan a entender el ritmo de la naturaleza, a esperar que la mariposa ponga el huevo, que la planta florezca, que la crisálida se convierta en mariposa. Lo interesante es no caer en la urgencia, sino esperar, aunque lleve meses. Me escriben para consultar si vendo orugas. Dejemos que la naturaleza se haga cargo.
 
¿Esto se asocia con la salud de la población?
Las ciudades necesitan más mariposas que favorezcan a los ecosistemas y a la salud. Además, cuanta más cantidad de especies haya, más resiliente y más sano se vuelve el ecosistema, y veremos llegar abejas, abejorros, libélulas. Si un jardín atrae más insectos se vuelve más saludable para ellos y para las personas.
La contemplación de las mariposas también tiene un poder muy terapéutico: El proceso de reconocer las mariposas de la región, en qué época del año vienen, a qué hora llegan al balcón. Se ven todas las relaciones simbióticas de la naturaleza. Las diferentes partes del ecosistema se vinculan y nos permiten conectar desde un lugar urbano con la naturaleza. Desde la antigüedad, la mariposa fue asociada con la transformación, y no es casual que transforme a quienes las cultivan. No hace falta irse a vivir al campo para colaborar con la naturaleza; en la ciudad podemos tener nuestro pedacito de verde y ayudar al incremento de mariposas urbanas, como las monarcas, así como de las plantas autóctonas y el ecosistema.
Las mariposas tienen un ciclo alucinante, es una llave de entrada para mirar el mundo y te lo estás perdiendo sólo por no observar detenidamente. Es gratis y muy mágico.
 
¿Cuál fue tu mayor logro de todo lo que te propusiste?
Uno de los mayores logros ha sido desarrollar un programa educativo para escuelas, trabajando con jóvenes desde los 5 a 15 años, sembrando las semillas del cambio. Impartimos clases y capacitamos a maestros para convertirse en facilitadores para el trabajo en la huerta. Hemos trabajado en conjunto con campesinos, intercambiando conocimiento y conociendo las mejores prácticas para el manejo regenerativo de la tierra.
 
¿Las mariposas están en peligro de extinción?
Todos los años las mariposas van desapareciendo de las ciudades, por el cambio climático, la pavimentación de espacios verdes o la falta de plantas nativas, que son la clave para que puedan poner sus huevos y reproducirse. Esto no es sólo una pérdida estética o decorativa; las mariposas son un eslabón importantísimo en los ecosistemas urbanos: actúan como indicadores del bienestar del medioambiente y su restauración puede traer numerosos beneficios en la salud del ecosistema y de las personas en forma indirecta. Entonces generé una iniciativa para fomentar el crecimiento de las monarcas, ya que con la urbanización vamos destruyendo sus hábitats naturales y quedan sin alimento, sin plantas hospederas ni lugar de reproducción.
Las mariposas pasan por cuatro estadios diferentes: comienzan siendo huevo, luego se camuflan entre las hojas en forma de oruga o larva y durante esa etapa crece y se hace una pupa con forma de cápsula. Si son mariposas diurnas se llaman crisálidas, que son más coloridas porque salen a alimentarse durante el día. Cuando esta crisálida se abre, finalmente sale la mariposa volando.
 
¿Cuáles son las plantas que atraen mariposas?
Las mariposas no se alimentan de cualquier planta, tienen una o pocas plantas hospederas, donde ponen sus huevos. Por eso siempre hay que incluir aquellas que tienen muchas flores y mucho aroma ya que esto indica que tienen néctar y esto atrae a las mariposas que buscan alimento.
Depende de la región donde estemos y cuáles sean las mariposas de esa región, pero tienen que ser sus plantas hospederas, que es donde ellas ponen sus huevos, las orugas nacen y se alimentan. Algunas de la región de Buenos Aires son: Asclepias para las mariposas Monarca; Malvavisco para las mariposas Dama Manchada; Mburucya para las mariposas Espejito; Sen del Campo para las mariposas Limoncito; Aristoloquia para las mariposas Borde de Oro.
A nuestro jardín/huerta de Villa Crespo han llegado monarcas, espejito, borde de oro, cuatro ojos, perezosas, limoncito, fuegueras, papilio y otras más.
 
¿Cuánta gente trabaja con vos?
Como crecimos tuve que armar un equipo. Sumé a Rosario Méndez Casariego, Camila Márquez y Luciana Pasión.
 
¿Qué proyectos tenés a futuro? ¿Cómo te imaginás la Ciudad ideal?
Además del mariposario, que vendrá con mucha información para favorecer el ciclo de las mariposas en espacios domésticos, estamos trabajando en un mariposario/observatorio grande en la Ciudad de Buenos Aires, el cuál se podrá visitar, se darán talleres y se documentará el ciclo de las mariposas de nuestra región. Nuestro objetivo es acercar a las personas a estos ciclos, para que puedan conectar de manera más cercana con la naturaleza, y a partir de esto que seamos más quienes nos ocupemos de crear un medioambiente más sano.
Para Sitopia es fundamental hacer comunidad y sumar esfuerzos para lograr nuestro sueño.
 
Sitopia tiene su propia columna en Radio Continental los miércoles a las 8 horas, donde Florencia da consejos sobre huerta, compost y temas saludables.
 
Si estás interesado en aprender y sumarte a Sitopia, podés enviar un correo a: [email protected]
Web: www.sitopia.com.ar
Instagram: @sitopia.ar
Facebook: Sitopia


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