CENTRO PORTEÑO

Proponen crear un parque lineal desde Diagonal Norte hasta Plaza San Martín

Es una propuesta de arquitectos y urbanistas para reconvertir el desolado Centro porteño en un barrio más atractivo para vivir.


El centro porteño está vacío tras la pandemia de Covid-19, mucha gente que iba a trabajar todos los días a esa zona ahora lo hace desde sus casas. Antes de la pandemia, un estudio del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo porteño (CPAU) relevó en el área unos 70 edificios en desuso. Ahora, lo que abundan son las persianas bajas y los carteles de venta o alquiler.
 
“¿Qué y cómo hacer para revitalizar el Área Central de Buenos Aires?” fue la consigna con la que desde la revista ARQ, a mediados de mayo, se armó una reunión por Zoom con un grupo de especialistas de disciplinas que hacen al hábitat. En general, todos coincidieron en la necesidad de refundar el Área Central con un nuevo plan de desarrollo que aproveche las cualidades inigualables de la zona. Tiene subte, colectivos, cultura, comercios, universidades, bancos, oficinas y sedes de grandes empresas. Y condensa, además un capital histórico y simbólico vital para la Ciudad.
 
Herman Faigenbaum, de la consultora Cushman & Wakefield, propuso insistir con el uso terciario, anticipando que las oficinas “presenciales”, luego de la pandemia, deben- y volverán a- florecer. “La invención solo se da con el encuentro interpersonal”, opinó Faigenbaum. Además, propuso para el área encontrar un nicho que podría ser el de las empresas tecnológicas, informa Clarín.
 
Por su parte, Silvia Fajre agregó la idea de aprovechar el gran stock físico reconvirtiéndolo parte en viviendas, apuntando al gran déficit habitacional que tiene la Ciudad. Y a tener una ciudad que no solo funcione de 9 a 18 horas, sino todo el día.
 
Emilio Rivoira, presidente de CPAU, ve esta crisis como una gran oportunidad. Se entusiasmó con la idea sustentable de aprovechar lo ya construido. Y, como representante de los arquitectos, con la posibilidad de generar muchas fuentes de trabajo.
 
Álvaro García Resta, responsable de planeamiento de la Ciudad, aportó la posibilidad de convertir las playas de estacionamiento inutilizadas en plazas, ayudando así a mejorar el espacio público, vital para que lleguen nuevos habitantes.
 
El experto en derecho urbano, Raúl Navas, analizó exhaustivamente la viabilidad jurídica de estas transformaciones. “Está casi todo inventado. Las cuatro tipologías de APH (Área de Protección Histórica) permiten la residencialización. Los cuadros de usos permiten la mixtura de usos. Lo que no es APH se puede transformar con las reglas de adecuación de edificios existentes”.
 
Desde el Gobierno de la Ciudad se armaron varias mesas virtuales con diversos sectores: los hoteleros, los gastronómicos, los garajistas, los comerciantes, los amigos de diversas calles como Florida y Corrientes, y con profesionales, académicos y entidades de la arquitectura y el urbanismo y del sector inmobiliario.
 
El arquitecto Augusto Penedo, ex presidente del CPAU arriesgó la propuesta más ambiciosa: “Mirando el mapa me parece que habría que operar de la periferia hacia el centro. Se me ocurren tres grandes sectores desde los bordes. Y dentro de cada sector se podrán imaginar diferente acciones u operaciones”. Dividió la zona en cuatro sectores.
 
Sector 1: El eje de Leandro Alem hacia ambos lados hasta 25 de Mayo o Reconquista y Avenida Madero, incluyendo el alrededor de la plaza Roma, con muchos edificios que alguna vez fueron vivienda y hoy son oficinas. Y que, salvo la zona de Catalinas Norte, podrían volver a ser residencias con buena escala barrial. Catalinas Norte (con sus edificios vidriados) se debería mantener como centro de oficinas. Con los precios más bajos puede llegar a ser un incentivo para radicar empresas menores en la zona de mayor concentración de oficinas de calidad de la Ciudad.
 
Sector 2: La zona de Retiro. Desde la Av. del Libertador hasta la 9 de Julio y hasta Santa Fe es esencialmente residencial. De Santa Fe hasta Córdoba, es bastante mixto y cuenta con espacios verdes importantes como la Plaza San Martin y el verde de la Avenida 9 de Julio.
 
Sector 3: El tercer borde seria la 9 de Julio, eje verde a ambos lados, incluyendo su proyección hacia Tribunales, que es donde hay más edificios afectados a oficinas. Pero que sin embargo mantiene una cierta matriz residencial, como la plaza Lavalle. Y se podría refotar el proyecto del RER (Red de Expresos Regionales), que colaboraría a descomprimir el tráfico de superficie y dinamizaría la calidad de accesos a esta zona. Y, por ejemplo, haciendo peatonales tanto las calles Cerrito / Lima como Carlos Pellegrini / B. de Irigoyen. Concentrar los vehículos en la zona central, limitando la velocidad a 30 km. Esto es alentando la caminabilidad.
 
Sector Centro: Algunas capitales nórdicas diseñaron espacios verdes lineales, grandes parques, alrededor de los cuales vive gente y hay buena oferta de equipamientos. Penedo propone tomar entre Florida y Maipú y demoler todo lo que hay desde Plaza San Martín a Diagonal Norte para conformar ese gran espacio verde lineal, un gran pulmón para el centro porteño.
 
Sea que prospere el plan Penedo u otros más moderados, el centro porteño no volverá a ser lo que era. El objetivo deberá ser desprenderse de la idea de Centro administrativo y convertirlo en un nuevo, atractivo y vital barrio de Buenos Aires.


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