MEDIO AMBIENTE

¿Cuáles semillas conviene plantar en una huerta para cosechar en invierno?

Seis especies para cultivar ahora y cosechar en invierno en las huertas hogareñas. El otoño es el momento de sembrar o sumar plantines que estarán listos para llevar a la mesa en los meses de frío.


Durante la pandemia muchas familias comenzaron a armar huertas en sus casas. El otoño ya llegó, es tiempo de plantar semillas en la huerta hogareña para tener verduras durante los meses de frío. Qué especies conviene cultivar ahora y cosechar en invierno.
 
Acelga (Beta vulgaris ‘Cicla’)
Siembra: directamente en el lugar en el que va a crecer hasta su cosecha, en línea, con raleo posterior. Si se va a sembrar en almácigos, es necesario separar los plantines con cuidado y repicarlos (sacar las plantas del almácigo para llevarlas a un recipiente de mayor tamaño). En tierra, se ralean, es decir, se entresacan algunas plantitas cuando tienen dos pares de hojas nuevas para que haya más espacio, y esas que se sacaron se pueden consumir como brote en ensalada.
Exigencias: necesita pleno sol, aunque tolera muy bien la sombra. Necesita suelos profundos y fértiles, aunque soporta los que son algo pesados y los salinos. Hay que aplicar compost antes de comenzar el cultivo. La distancia entre plantas ideal es de 25 cm y la separación entre líneas, de 40 cm. Precisa riegos regulares. Hay que vigilar el ataque de los pájaros, a los que les encantan sus hojas tiernas.
Cosecha: si se cosechan con cuidado y de manera escalonada las hojas más externas, la planta puede producir muchas hojas sin llegar a florecer. Los cortes se hacen con cuchillo o clavando la uña en el extremo de la penca, a ras de la roseta.
 
Cebolla de verdeo (Allium cepa L.)
Siembra: en almácigos con posterior trasplante. Puede también reproducirse por la plantación de bulbos; con esta modalidad se acorta el tiempo de cosecha a sesenta días.
Exigencias: requiere pleno sol, pero soporta media sombra. Prefiere los suelos sueltos y con buen drenaje. Los plantines se trasplantan a una distancia de entre 6 y 8 cm. Hay que aportar cantidades moderadas de compost.
Cosecha: a los 90 días, aproximadamente. Cuando están listas, se observa la base rojiza algo engrosada y el follaje tubular de un verde intenso.
 
Brócoli (Brassica oleracea ‘Italica’)
Siembra: en almácigos, desde fines del verano hasta el otoño. Las variedades de verano se siembran en noviembre.
Exigencias: requiere pleno sol. Cuando los plantines tienen entre 10 y 15 cm de altura, se trasplantan a su lugar definitivo en el cantero, a una distancia de 30 cm entre plantas y a 50 cm entre líneas, en un suelo rico en compost. A los diez días del trasplante, se realiza un aporcado. Precisa poco riego, salvo que el invierno sea muy seco. Se asocia bien con cebollas, puerros, lechugas y caléndulas. Hay que plantar cuatro o cinco brócolis por persona que va a consumirlos. Es resistente a las heladas. Si se cultiva en contenedores, deben tener una profundidad mínima de entre 30 y 40 cm.
Cosecha: entre los 50 y 70 días de sembrados estarán listos para cosechar. Hay que extraer la cabeza central con cuchillo, cuando los pimpollos están aún bien firmes y de color azulado. Este corte estimulará el crecimiento de brotes laterales que darán cabezas más pequeñas y un poco más fibrosas, pero totalmente aprovechables.
 
Zanahoria (Daucus carota)
Siembra: directamente en el cantero, en líneas, o esparciendo las semillas al voleo a una profundidad de 0,50 a 1 cm. Luego se ralea, dejando una plantita cada 5 o 10 cm. Como las semillas son pequeñas, se aconseja mezclarlas con mantillo o arena, que favorecerán su distribución homogénea en el suelo. Los riegos deben ser regulares. Si hubiese períodos de falta de agua y luego riegos abundantes, se observarán rajaduras a lo largo de las raíces.
Exigencias: prefiere un suelo franco arenoso, suelto y fino. La presencia de piedras o cascotes propicia raíces deformes y dificulta su cosecha. Se desarrolla saludablemente en suelos profundos y ricos en humus. En otoño una buena opción es cultivarla en los canteros que tuvieron cultivos de verano, como ajíes, berenjenas o tomates, para aprovechar los restos de compost.
Cosecha: a los cuatro o cinco meses estará lista para retirar. Hay que hacerlo con cuidado, tomando la planta desde la base y, con la ayuda de la pala o de la laya, descalzarla toda. Se cortan las hojas a ras del cuello, y si no se consumen las raíces de inmediato, se las almacenará en un lugar fresco y aireado; nunca junto a papas o manzanas, ya que el etileno que estas producen acelera su deterioro. Refrigeradas se conservan perfectamente una o dos semanas.
 
Remolacha (Beta vulgaris ‘Crassa’)
Siembra: lo que se siembra no son “semillas”, sino frutos que contienen tres o cuatro semillas, por lo que va a ser necesario un raleo posterior. Se multiplica por semillas a siembra directa en el cantero. Hay que hacer un surco de 3 cm de profundidad, regar, aplicar un poco de compost, colocar las semillas, volver a cubrir, y ejercer una leve presión para que entren en contacto con el suelo húmedo.
La distancia recomendable entre plantas es de 15 o 20 cm. Si los plantines están muy juntos y se corre el riesgo de romper las raíces del plantín seleccionado para que se desarrolle, es conveniente cortar con tijera los plantines cercanos, pero no arrancarlos.
Exigencias: prefiere un suelo profundo y fértil, aunque soporta los que son algo pesados. Es medianamente exigente en cuanto a nutrientes y se desarrolla mejor en una exposición a pleno sol. Tolera algo de sombra y zonas húmedas de la huerta. El riego debe ser frecuente y regular.
Cosecha: será a los tres meses de sembrado. Se cosecha la planta entera, tomándola de la base de las hojas y tirando con suavidad hacia arriba.
 
Espinaca (Spinacea oleracea)
Siembra: se esparcen las semillas en líneas separadas 20 cm entre sí. Tanto la siembra directa como en almácigos requiere una profundidad de 1 o 2 cm. A las dos semanas de haber nacido las plantitas, se debe hacer un primer raleo, dejando entre 5 y 8 cm entre espinacas.
Exigencias: requiere un suelo profundo, rico en humus y con buen drenaje. Tolera la sombra y la humedad. Precisa riegos frecuentes y regulares. Rinde 1 kilo de hojas por mes, por metro lineal de cultivo. Con este dato, según el consumo familiar, se pueden escalonar las siembras para una provisión constante de otoño a primavera. Las espinacas no toleran el calor y la floración se induce enseguida con temperaturas altas. Se asocia muy bien con puerros y cebollas de verdeo.
Cosecha: Cerca de los 40 a 50 días de sembradas, cuando las plantas alcanzan un tamaño adecuado, se pueden empezar a cortar las hojas grandes de manera selectiva y seguir cosechando uno o dos meses más. Otra opción es esperar a que lleguen a su máximo desarrollo y cosecharlas enteras.
 
Otros vegetales que se pueden sembrar en otoño y cosechar en invierno: lechuga, repollo, pak choi, hinojo, puerro y apio.
 



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