COMUNA 7

Vecinos de Parque Chacabuco resisten la construcción de dos torres

Los habitantes del barrio sostienen que se violan las normas del Código Urbanístico y que la infraestructura no resiste un crecimiento de esa envergadura. La pelea por los espacios verdes y la luz del sol.


Los vecinos y vecinas de Parque Chacabuco están desde principio de año en alerta por la inminente construcción de dos torres, una de 22 pisos y otra de 12. El primero ya está a la venta con la modalidad desde pozo. Se llama “Alto Grande Asamblea”.  Está ubicado en Asamblea 1652 y prevé la construcción de 270 departamentos. La empresa constructora M&M Desarrollos Inmobiliarios publicita el edificio de más de 50 metros con burbujas de teletrabajo, salas de reuniones seguras, running track, box delivery room y fresh delivery room con precios que comienzan desde los 63.000 dólares en el pre lanzamiento, informa Tiempo Argentino.
 
El segundo edificio queda al lado, sobre la calle Pumacahua 1208. Era una vieja casona deshabitada que fue demolida para construir un edificio de 12 pisos. Los vecinos y las vecinas denuncian que los dos proyectos violan el Código Urbanístico vigente que para esa zona, que permite edificaciones que no superen los 11,20 metros. Si bien los constructores sostiene que comenzaron las obras antes de enero de 2019, que es cuando entró en vigencia la nueva normativa, la comunidad sostiene que estuvieron paralizadas más de 20 meses por lo que violaron el Código de Edificación que indica que al pasar seis meses de inactividad se la considera paralizada y para reanudar los trabajos se debe tramitar con la nueva normativa.
 
En la caso de Asamblea 1652, los permisos de factibilidad comenzaron en el 2017 y en el de Pumacahua en el 2018, pero recién a fines del año pasado comenzó la demolición.  
 
Analí López Almeyda vive en Parque Chacabuco y forma parte del colectivo “No a las torres”, explicó a Tiempo Argentino sobre el impacto cultural, ambiental y de infraestructura que implican los edificios en una zona de casas bajas.
 
“Estas torres nos afectan en múltiples sentidos. Por un lado en lo que tiene que ver con la identidad cultural. Es un barrio tranquilo de casas bajas. Estructuras de este tamaño afectan la infraestructura de servicios de agua, de luz. Hay experiencias en otros barrios como Caballito que cuando llegan proyectos así y empiezan los cortes de luz, disminuye la presión de agua, hay desbordes cloacales. La infraestructura de este barrio no está preparada para recibir más de 300 departamentos. También está lo que tiene que ver con el ambiente, con la luz natural. Si nos ponen torres tan altas vamos a perder luz en nuestras casas y sólo gozarán de luz quienes puedan pagar los pisos más altos. El sol pasa a ser de quién lo puede pagar”, indicó la vecina. 


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