OPINIÓN

Te cierro el Hospital Español

En una movida por lo menos extraña, la Agencia Gubernamental de Control clausuró en plena pandemia el principal centro de derivación de pacientes del PAMI. Duró poco, pero en el Gobierno nacional lo vieron como una represalia.

Werner Pertot


Primero vino el desastre de la vacunación en el Luna Park y el Club San Lorenzo. En ese momento, la titular del PAMI, Luana Volnovich, fue una de las voces que salió a cuestionar cómo se había organizado y a contar que ella había ofrecido diez centros de vacunación más y no fueron aceptados. Parece que esto molestó, y mucho. El ministro de Salud, Fernán Quirós, no tuvo respuesta cuando le preguntaron por esto que dijo Volnovich. Lo máximo que llegó a decir es que no había que hacer “política partidaria” (SIC). En una enorme casualidad, una semana después la Agencia Gubernamental de Control le cayó con todo al Hospital Español, que atiende a 71 mil afiliadas y afiliados del PAMI: lo clausuró por tener “falta de luces de emergencia en toda la extensión de los medios de salida y no exhibir la oblea de detección de incendios”. El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, salió a decir que se trató de una cuestión técnica. Clausurar un hospital entero por la ausencia de una obra pareciera ser otra cosa.

"Esto fue una decisión política, los inspectores llegaron con una faja de clausura en la mano", lanzó Volnovich en el comienzo de una polémica que duraría varias horas y que le costaría la atención a un importante número de pacientes.  Luego hubo una reunión entre las autoridades del PAMI y de la AGC y se levantó la clausura. ¿Tan difícil era?

En el día que clausuraron el hospital, había programadas 26 cirugías, 680 turnos, 93 pacientes oncológicos, 8 pacientes para quimioterapia. Hicieron igual las cirugías a pacientes con riesgo de vida y el tratamiento a pacientes oncológicos. La clausura implicaba trasladar a todos los internados. Volnovich señaló que ni siquiera presentaron un plan de cómo se iba a hacer esto. Era todo en forma intempestiva y sin explicaciones. Los turnos de consultorios externos fueron reprogramados y, con el correr de los días, se fueron normalizando.

¿Todo esto era necesario? Desde la AGC sostuvieron que fue necesario clausurar porque, tras una inspección que –según dijeron- fue ordenada por el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial 22, a cargo de Margarita Braga, encontraron "graves fallas de seguridad" en el edificio “como ser falta de luces de emergencia en todos los medios de salida, no poseer registro ni mantenimiento de las instalaciones de incendio, instalaciones eléctricas con cables expuestos y derretidos, falta de mantenimiento y registro de 12 ascensores y montacargas y termotanques". "Los inspectores comprobaron la existencia de tres tanques de gasoil de 25 litros cada uno en uno de los subsuelos, lo que representaba un grave peligro", y que al finalizar la inspección se "pudo determinar que más del 70% del edificio (11 pisos y 2 subsuelos) no estaba en condiciones de funcionar, generando un peligro latente para los pacientes y trabajadores del lugar, por lo que se determinó la clausura preventiva".

Este cuadro híper-grave que pintaron se desdibujó tras el escándalo público y la reunión con las autoridades del PAMI. Una de dos: si se levantó la clausura al día siguiente, o bien no eran tan graves las falencias como para cerrar el hospital, o bien se trató de una decisión política y están dejando a todo el mundo en riesgo.

Desde el PAMI sostienen esto último. Y dicen que las fallas son “absolutamente menores”  y en ningún caso de la magnitud que intentaron plantear en el Gobierno porteño. Además, plantearon que todas se podían resolver sin recurrir a una clausura. “La decisión de clausura, según esta lectura, estaba tomada de antemano. La prueba está en que, con solo una reunión, se pudo acordar la solución en el corto plazo”, insistió Volnovich. "En la mitad de una pandemia, preparándonos para el invierno, cerrar un hospital de más pacientes de derivación COVID es una total irresponsabilidad", remarcó la titular del PAMI. Consideró que fue una represalia por sus declaraciones. “Es, como diría mi mamá, casi una señal mafiosa: 'fijate lo que hacés, porque si no, mirá lo que te hacemos'”, concluyó.

¿Qué dijo Larreta de todo esto? "Fue una decisión técnica producto de la responsabilidad que tiene la Ciudad de inspeccionar y de control. La agencia de control funciona de forma independiente, no tengo injerencia en esas decisiones de control", aseguró.

Desde un punto de vista técnico, lo que dijo el jefe de Gobierno no es correcto: la AGC es una dependencia del Gobierno de la Ciudad. No es un órgano externo, no tiene autarquía, no maneja su propio presupuesto. Larreta puede designar y remover al titular con la misma facilidad que a cualquier otro funcionario de la Ciudad. Por lo tanto, no existe ninguna “independencia” funcional del organismo con respecto a él. Otra cosa es que trabajen bien o por motivaciones partidarias.

Lo cierto es que la línea de tiempo, la cronología de los hechos, no acompaña mucho la versión del jefe de Gobierno: la clausura se dio justo después de las declaraciones de Volnovich que no gustaron en el Gobierno porteño y se levantó velozmente, por lo que probó no ser tan necesaria. No se puede jugar a la política partidaria con la salud de las personas mayores y en medio de una pandemia.

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