EMERGENCIA SANITARIA

“Si la vacuna, no importa cuál, ayuda a que esto se termine, bienvenido sea”

Laura Fuertes, kinesióloga del hospital Argerich, integra el grupo pionero en recibir la Sputnik-V. En las horas previas al inicio de la campaña, dijo estar ansiosa y a la vez preocupada por el aumento de casos. "Cómo se nota que esas personas que no se cuidan no pisaron una terapia intensiva", expresó.



Laura Fuertes es kinesióloga en el Hospital Argerich e integra el grupo de cinco trabajadores y trabajadoras de la salud designado como pionero para recibir la vacuna Sputnik-V contra el coronavirus. Emocionada en las horas previas, y cansada por la carga laboral durante la pandemia, cuestionó las versiones que buscan sembrar temores sobre la vacuna rusa y remarcó: “Si la vacuna, no importa cuál, ayuda a que esto se termine, bienvenido sea”.

En diálogo con el diario Olé, Fuertes dijo sentir “ansiedad y alegría” ante el inicio de la campaña de vacunación, que la tiene como protagonista. “La verdad es que me da un poco de bronca todo lo que se generó alrededor de la vacuna, porque puedo entender que haya dudas pero no me gusta que se politice el tema. Yo estoy contenta y espero que lleguen más dosis para que esto se termine o, por lo menos, disminuya drásticamente porque no está bueno lo que está pasando, no la pasa bien el que se contagia, el que labura en su casa, el que se quedó sin laburo… Entonces, si la vacuna, no importa cuál, ayuda a que esto se termine, bienvenido sea”.

Con 37 años y dos hijos, de 2 y 4 años, vive en San Cristóbal y entró al Argerich en 2009 como residente. Trabaja en la guardia de terapia intensiva, donde desde marzo convate contra el coronavirus, asumiendo los riesgos que ello implica.

Consultada por Olé sobre las distintas versiones y cuestionamientos a la vacuna rusa, señaló que “las dudas que puede haber sobre la Sputnik V también se pueden tener sobre cualquiera de las otras. El resto de las vacunas, cuando se empezaron a aplicar en otros lugares del mundo, tampoco estaban aprobadas. Solo tenían recomendaciones, igual que acá. Yo creo que tiene que ver más con una cuestión política y hay que entender que estamos en una emergencia sanitaria a nivel mundial, ya se murió un montón de gente por este virus, y está el mundo entero estudiando y trabajando en encontrar una solución. Es cierto que fue poco tiempo para generar una nueva vacuna o que no se pudieron realizar una gran cantidad de pruebas, pero si no se encontraron efectos adversos graves a corto plazo, hay que darle para adelante. No se puede seguir esperando y que se muera más gente”.

Admitió sus propias dudas iniciales, pero contó que se informó y analizó la situación para decidir anotarse en el listado de quienes eligen recibir la vacuna. “Sí, claro que las tuve. Pero leí, consulté, me informé y tomé la decisión de aplicármela. Ojo, informarme no es leer los diarios o mirar lo que dicen en la tele, es buscar información oficial, ver lo que dicen las publicaciones oficiales... Nosotros como trabajadores de la salud nos tenemos que vacunar, pero no es obligatorio. Hay gente que no quiere dársela y está bien”.

Fuertes manifestó su preocupación por la suba de casos que se está registrando estos días, tras haber pasado el pico, y cuestionó a quienes no tienen en cuenta la importancia de los cuidados, como el uso del tapabocas y el mantenimiento de la distancia social (que, remarcó, deberán seguir tras la vacunación). “Pienso en que vamos a volver a tener más trabajo y más gente enferma. Y también en cómo se nota que esas personas que no se cuidan no pisaron una terapia intensiva…”

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