DEPORTES

Se lanzó un plan para la mejora de instalaciones en clubes de barrio

La intención del Ministerio de Turismo y Deportes es llegar a mil entidades de todo el país, y al mismo tiempo generar cinco mil puestos de trabajo en las comunidades que sean beneficiadas.


Los clubes de barrio terminaron de plasmar su situación delicada con la llegada de la pandemia de coronavirus, donde se vieron obligados a cerrar sus puertas, y la incertidumbre comenzó a envolver el futuro. Pero muchos clubes organizaron colectas y distintas movidas solidarias para asistir a las personas más necesitadas durante la cuarentena. La mayoría de los clubes de barrio se fundaron a principios del siglo pasado, fueron creados por anarquistas, socialistas y organizaciones obreras, pero todos se constituyeron como sociedades sin fines de lucro, con la idea de ser pilares fundamentales en la función social y educativa de la comunidad.
 
El Ministerio de Turismo y Deportes impulsó el programa “Clubes en Obra” lo que les permitirá mejorar la infraestructura deportiva para seguir cumpliendo con sus funciones sociales en cada lugar. Más de 500 instituciones ya accedieron a este programa y a dos meses de su presentación la inversión supera los 266 millones de pesos. El monto global es de 500 millones, y el compromiso de la cartera conducida por Matías Lammens es que esa cifra se pueda duplicar.
 
“A partir de la crisis que atraviesan los clubes, y sobre todo en los últimos cuatro años, donde prácticamente se los hostigó, pensamos en un programa que sea lo más flexible posible. Como muchos están en la informalidad absoluta, buscamos un mecanismo en el cual no se incumpla ninguna ley, pero al mismo tiempo tenga flexibilidad para ellos”, explicó a Página 12 Sergio Palmas, subsecretario de Infraestructura Deportiva y Competencias Nacionales.
 
Este programa no contempla los tres años de antigüedad de la personería jurídica, que fija la ley de clubes de barrio. Las autoridades decidieron correr esa norma por la emergencia que están atravesando. Inclusive, muchos clubes dejaron caer la personería jurídica por el costo que le significa, por ejemplo, hacer un balance.
 
El otro parámetro que no se tuvo en cuenta es el de la cantidad de socios, ya que la ley fija que para que un club sea de barrio tiene que tener entre 50 y dos mil socios. Eso se hizo para poder flexibilizar la situación agobiante en la que se encuentran.
 
“En este momento estamos en la etapa de la revisión de la documentación, debido a que son aproximadamente 4.500 los clubes que se inscribieron. En muchos de esos lugares recién ahora se está empezando a habilitar la obra, y algunos ya han comenzado. Nosotros tenemos un equipo armado para hacer el seguimiento de esas obras, y también de auditarlas. Ellos luego van a tener que rendir esa inversión”, aclara Palmas.
 
El apoyo tiene dos partes fundamentales: para la mano de obra se gira el dinero a la cuenta bancaria del club, y para la parte de materiales se le entrega una tarjeta del Banco Nación, cargada con el saldo para obtener esos materiales.
 
“La mayor demanda es para mejorar lo que tenían, porque estaba todo muy deteriorado. Para colmo, durante la cuarentena los ingresos por asociado se les habían caído, porque la gente dejó de pagar”, indica Palmas.
 
Los tres pedidos principales que hacen los clubes están relacionados con infraestructura, formalización y tarifas. Y en ese sentido, se está articulando para que puedan cubrir esas demandas. La intención del Ministerio es que los clubes puedan recomponer la confianza con el Estado. La cartera heredó un presupuesto de 40 millones de pesos, y con este subsidio de 500 millones el escenario cambió completamente, y el promedio para cada entidad rondaría los 500 mil pesos. En la primera etapa del plan el Ministerio se propuso abarcar a mil instituciones, y hasta el momento llegaron a las 623.
 
Además del rol social de los clubes, ellos tienen una incidencia que no sucede en ningún otro país en cuanto al desarrollo deportivo, debido a que todos los deportistas argentinos han pasado por un club de barrio alguna vez. Eso no se da en todos lados”, continúa Palmas.
 
El club Padre Carlos Mugica, ubicado en la Villa 31 es uno de los beneficiados, el objetivo es el arreglo y mejora de las instalaciones deportivas, que se utilizan para el dictado de clases. Se destinarán los fondos a mejorar la seguridad del club y para arreglar y mejorar la cancha principal, que requiere principalmente una mejora del piso y pintura general.


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