EMERGENCIA SANITARIA

Tras la muerte de un enfermero por Covid-19, denuncian al Hospital Rivadavia por homicidio culposo

José Aguirre tenía 56 años. Sufría hipertensión, por lo que estaba dentro de los grupos de riesgo ante el coronavirus. Por temor a que le descontaran el sueldo, no pidió licencia y contrajo la enfermedad. Murió hace un mes. Su familia denunció al hospital donde trabajaba.



Estaba en la primera línea de combate contra el coronavirus: José Aguirre era enfermero en el Hospital Rivadavia, donde contrajo la enfermedad y murió hace un mes. Tenía 56 años y cuatro hijos. Era hipertenso, por lo que estaba incluido dentro de la categoría de grupo de riesgo. Pero, por temor a perder parte de su salario, no pidió licencia. Falleció en soledad, por el aislamiento al que obliga el virus pandémico, tras 14 días de internación en el Sanatorio Anchorena. Ahora, su familia denuncia por homicidio culposo al hospital porteño en el que trabajaba.

El caso fue revelado por Infobae. Aguirre tenía sobrepeso y presión alta, por lo que debería haber pedido licencia por estar dentro de un grupo de riesgo. “¿Qué querés que haga? Soy sostén de familia. No puedo dejar de trabajar”, les dijo a sus compañeros, según consignó ese medio. Una compañera suya, que mantuvo en reserva su identidad, advirtió que tramitar las licencias en el Hospital Rivadavia no era tan simple.

“Por un lado, había cierta presión de los jefes para que continuáramos prestando servicios. ‘Hay que poner el cuerpo', nos decían. Por el otro, te solicitaban una gran cantidad de estudios para constatar tus patologías”, contó la mujer. “Yo soy asmática. Presenté dos certificados y me los rechazaron. Me pidieron una espirometría, que tuve que pagar de forma privada, y recién ahí conseguí que me la otorgaran, Me demoró varios meses y mientras tanto seguí trabajando”, agregó.

Desde el hospital de Recoleta respondieron a Infobae que nunca tuvieron faltante de insumos para sus trabajadores y trabajadoras, algo distinto a lo que ellos y ellas denuncian. De hecho, según consta en la denuncia judicial, Aguirre “tuvo varias discusiones en el Hospital porque les negaban las mascarillas N95 y camisolines aptos para este tipo de exposiciones y, con el fin de protegerse, tuvo que comprárselos él mismo abonándolos con dinero propio”.

La muerte de Aguirre fue la número 14 entre trabajadores de la salud desde el 20 de marzo. Su hijo Franco, representado por el abogado Marías Morla, presentó una denuncia penal por homicidio agravado contra el Hospital Rivadavia. “Sabiendo que José Aguirre no podía estar expuesto al contacto de pacientes con COVID-19, por las condiciones que presenta su legajo médico, no tuvieron el menor reparo en hacerlo asistir a pacientes contagiados de coronavirus sin los elementos de protección personal adecuados”, explicó Morla a Infobae.

“El Hospital y el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires -encargado de ejercer un control- tienen un deber de cuidado con sus trabajadores ya que debido al conocimiento que poseen sobre la materia por ser expertos en el tema, no pueden exponerlos a un evidente contagio del virus que, en el caso de mi padre, por sus características, traería consecuencias fatales. Esta circunstancia se agrava cuando además de exponerlo a ese riesgo, no le brindas la protección adecuada para intentar EVITAR o DISMINUIR un posible contagio. Es evidente la responsabilidad que poseen los responsables de estas instituciones ante este resultado”, se lee en el escrito.

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