CORONAVIRUS

Estudiantes de universidades públicas ayudan a combatir la pandemia

La semana pasada comenzaron con la campaña de vacunación a los adultos mayores. Colaboran atendiendo a los repatriados en cuarentena y realizan los primeros controles a pacientes con síntomas.


El jueves pasado arrancó el trabajo de los voluntarios de la UBA en la campaña de vacunación antigripal destinado a las personas mayores de 65 años. Incluye 80 sitios entre escuelas, centros comunitarios y centros religiosos. Son cerca de 600 voluntarios, en su mayoría de cuarto, quinto y sexto año de Medicina de la UBA, incluidos los coordinadores de los 80 centros.
 
Varias universidades nacionales impulsaron amplias convocatorias para sumar voluntarios en la pelea contra el coronavirus. Son 7.400 de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en su mayoría estudiantes avanzados de las facultades de Medicina y Odontología; más de 1.600 de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP); y una cifra similar de la Universidad Nacional del Sur (UNS), en la localidad bonaerense de Bahía Blanca, dispuestos a hacer las compras de alimentos o remedios para los adultos mayores que lo necesiten y elaborar alcohol en gel, en el caso de los estudiantes de Farmacia.
 
En tanto, la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) reunió a un centenar de voluntarios: 75 estudiantes de distintas carreras para asistir telefónicamente a adultos mayores y 25 estudiantes y docentes de Enfermería para participar en la campaña de vacunación antigripal de las poblaciones de riesgo en el municipio de la zona sur del Conurbano.
 
“7.339 es el total de voluntarios inscriptos a disposición para cubrir las necesidades de las áreas de salud. Los organizamos para cubrir 1.500 puestos en turnos rotativos de 6 horas”, dijo a Infobae Matías Rojo, médico residente del último año de la carrera y consejero de graduados de la Facultad de Medicina de la UBA.
 
Los voluntarios colaboran en cuatro tareas sanitarias concretas: la campaña de vacunación antigripal para la población de riesgo; la atención de las líneas 107 y 147 de la Ciudad de Buenos Aires; la asistencia de las personas que arribaron del exterior y cumplen la cuarentena en hoteles-hospitales organizados por el Gobierno porteño; y la atención en las carpas montadas en la entrada de los hospitales porteños, denominadas Unidades Febriles de Urgencia (UFU), un circuito cerrado creado para la atención de pacientes febriles sospechosos de COVID-19 que evita la aglomeración de personas en las guardias.
 
Otros 500 estudiantes de medicina, odontología y enfermería, capacitados para vacunar, fueron destinados a la campaña de vacunación antigripal. Una de las voluntarias es Lucía Kogutek, estudiante del Internado Anual Rotatorio (IAR), la última etapa en la carrera de Medicina. “Como futura profesional de la salud me parece muy importante poder colaborar en esta emergencia sanitaria. Fui convocada para las tareas de vacunación contra la gripe y, de esta manera, se busca descomprimir el trabajo de los profesionales que realizan estas tareas y que ahora están ocupándose de los pacientes con coronavirus”, explica a Infobae.
 
Unos 700 estudiantes del último año de la carrera, médicos ya recibidos y docentes estarán en las UFU, donde los pacientes pasarán por lo que se conoce como “triaje”: el lugar donde se hará el primer control a los pacientes. Allí se determinará si el paciente tiene síntomas positivos de coronavirus y, de ser así, tendrán que derivarlo para su internación hospitalaria o no.
 
En las UFU va a colaborar Maximiliano Ink, que también está realizando el aprendizaje práctico del IAR. “Es un deber hacer todo lo que pueda para ayudar en la pandemia. Me estoy preparando para trabajar en las carpas instaladas en la entrada de los hospitales para ofrecer la primera contención a las personas con síntomas de coronavirus”, contó a Infobae.
 
Desde que comenzó el aislamiento, el Gobierno de la Ciudad alojó casi 2.900 pasajeros que llegaron a la Argentina provenientes de países de riesgo, en 20 hoteles privados y sindicales. “Para esta acción sanitaria seleccionamos médicos y alumnos del último año de la carrera de Medicina, también enfermeros, todos con nociones acerca del uso del equipo de bioseguridad descartable. Ellos cuentan con los permisos especiales para circular en la cuarentena y los seguros que corresponden para estos casos, para lo cual la UBA firmó convenios con las distintas áreas de salud”, explica a Infobae Jordi Passart, odontólogo, responsable del Programa “UBA en Acción”.
 
“Los voluntarios que atienden la línea 107, en su mayoría, son llamadas vinculadas al COVID-19, pero también las que son propias del SAME, como los pedidos ante accidentes e infartos. Por eso es clave el conocimiento de la temática para poder responder y derivar adecuadamente cada caso”, indica a Infobae Tomás Mestre, director general de Políticas de Juventud del Gobierno porteño.
 
“Otros voluntarios colaboran con el programa para asistir a los adultos mayores que necesiten ser acompañados en esta etapa de aislamiento obligatorio. Será, por un lado, a través de la vía telefónica, pero también va a tener un fuerte componente logístico para que puedan ser asistidos en las compras en farmacias, supermercados, comercios minoristas, pasear una mascota o cualquier otra necesidad que pueda surgir. También se prevé la asistencia de personas en situación de calle y la derivación a los paradores de la Ciudad que cuentan con camas, duchas, comida y contención de equipos profesionales”, explica Mestre.


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