MEDIO AMBIENTE

El programa Bienvenido busca crear lazos en el cuidado del medio ambiente

Los bebés porteños tendrán su propio árbol que sus familias apadrinarán durante todo su crecimiento.


Para facilitar y ayudar en la llegada de un bebé a las familias el Gobierno de la Ciudad lanzó un programa que brinda información sobre chequeos médicos, calendario de vacunaciones, trámites y prestaciones del Estado. Y también propone una vinculación con el medio ambiente que acompañará el crecimiento del niño, informa La Nación.
 
Con esta iniciativa cada familia tendrá la posibilidad de plantar un árbol en alguna zona de la Ciudad y colocar, al pie del mismo, una placa con el nombre del bebé y su fecha de nacimiento. De esta forma la familia podrá apadrinar un fresno, un plátano, un jacarandá u otra especie que se sumará al espacio público porteño como parte de una promesa del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, de plantar 100.000 nuevos ejemplares en los próximos cuatro años.
 
De acuerdo al último censo de arbolado realizado en 2018 la Ciudad de Buenos Aires tiene 431.326 árboles de 423 especies en sus 203 km2 de superficie. El 85% de ellos se encuentran en la vía pública y el resto se distribuyen en parques, plazas y jardines. La Comuna 12 (Coghlan, Saavedra, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón), con 44.788 árboles, es la que más ejemplares posee. En el otro extremo se ubica la Comuna 2 (Recoleta) con 9570.
 
La iniciativa que combina el bienestar del recién nacido con el cuidado del medio ambiente forma parte del programa Bienvenido a través del cual las familias reciben un acompañamiento directo e información de los servicios que brindan las Sedes Comunales. Allí obtienen información de los cuidados indispensables del bebé, la ubicación de los centros de salud con asistencia pediátrica y los espacios verdes más próximos.
 
"Es una buena forma para concientizar sobre la importancia que haya árboles nuevos y enseñarle a los niños a cuidar la naturaleza. Nuestra idea es venir a verlo con ella y contarle la historia. El árbol está a la vuelta de la casa de su abuelo, el lugar en el que nació y vivió mi marido toda la vida", cuenta a La Nación Agustina Vlachovsky, la madre de Esmeralda, que nació el 9 de junio y ya tiene su árbol a pocas cuadras del Congreso, en Callao 453. "Queremos que sea algo significativo en nuestra familia. Vamos a ir mostrándole el crecimiento de este arbolito que comparte con todos los vecinos", explica.
 
Desde que se lanzó a mediados de marzo pasado Bienvenido ya lleva plantados 265 árboles con sus placas en las 15 Comunas porteñas. Hasta el momento hay otros 165 programados de acuerdo a las familias que están inscriptas en el programa.
 
El apadrinamiento genera un compromiso de la familia con el ejemplar plantado que estará cerca del domicilio del bebé. Dolores Días, la mamá de Tiziana, ya incorporó a su rutina las visitas al árbol ubicado en Austria 2650. "Visitamos el árbol a diario. Estamos cerca y cuando paseamos a nuestros dos perritos, por lo menos dos veces por día, pasamos por ahí. Tenemos todas las indicaciones que nos dieron sobre cómo tiene que estar. Lo vamos a cuidar y Tiziana lo va a vivir", cuenta a La Nación la madre de la niña, que nació el 10 de marzo de 2019. 
 
El arbolado porteño se destaca por su biodiversidad. Los datos del censo de 2018 ponen de manifiesto que en las calles habitan 423 especies botánicas y más de 250 arbóreas. La más abundante es el fresno americano, que representa más del 35% del arbolado público. Le siguen el plátano y el ficus benjamina con 32.531 y 24.102 ejemplares, respectivamente; luego se encuentran dos variedades arbóreas aromáticas: el tilo con 17.159 ejemplares y el paraíso con sus 14.916 árboles.
 
La propuesta surgió desde la Secretaría de Atención y Gestión Ciudadana de donde dependen las Comunas en el mantenimiento del arbolado público con un equipo de profesionales y técnicos especializados de la Facultad de Agronomía de la UBA. También analiza de manera transversal la demanda ciudadana, mide el estado y la evolución de los trámites y solicitudes que inician los vecinos y evalúa el cumplimiento de los tiempos establecidos de resolución. En base a ese análisis implementa, junto a las Comunas, mejoras que tienden a la eficiencia y priorizan la satisfacción del vecino.


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