COMUNA 12

Se retomarán las obras en el Palacio Roccatagliata de Coghlan

Luego de estar paralizadas durante tres años, el tribunal rechazó la medida cautelar y dio luz verde para que continúen con la edificación. Hace 9 años que comenzó a diagramarse el proyecto.


Luego de tres años en que estuvieron paralizadas las obras por una medidad cautelar, las dos torres que rodean el palacio Roccatagliata en el barrio de Coghlan retomarán su construcción entre marzo y abril próximos.
 
La obra, que contempla dos torres de 28 pisos, está detenida desde abril de 2017. “La Justicia en dos primeros fallos nos dio la razón a nosotros y determinó que los planos tenían desprolijidades, pero en un tercer fallo le dieron la razón al Gobierno de la Ciudad y a la constructora para que pudieran seguir edificando. Nosotros presentamos un recurso de amparo extraordinario, por lo que el fallo no quedó firme hasta fines del año pasado”, explicó a Ambito.com Jonatan Baldivieso, abogado defensor de los vecinos y presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad.
 
En noviembre el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad (TSJ) rechazó la medida en contra del avance del megaproyecto y dejó firme su sentencia en la que avaló la continuidad de los trabajos. “Posiblemente entre marzo y abril volvamos con los trabajos de obra; el fallo demostró que teníamos razón y que todo estaba en regla para llevar adelante el proyecto”, sostuvo a Ambito.com Guido Wainstein, uno de los socios de la desarrolladora inmobiliaria KWZ.
 
“Estamos a la espera de la restitución del expediente de obra por parte de las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cosa que estimamos será en los próximos días. A partir de entonces estaremos en condiciones de reiniciar la obra”, dijo Wainstein. “Ahora nos encontramos licitando los trabajos para el reinicio de la estructura de hormigón armado”, agregó el especialista.
 
Sobre la calle Roosevelt al 3100 hace casi tres años un bodoque de cemento permanece cercado. Según los vecinos de la zona, allí no sólo se acumulan mugre y ratas, sino que genera un foco de inseguridad. Hay vecinos que exigen que el edificio no continúe creciendo en altura para así no modificar la fisonomía del barrio.
 
El proyecto contempla viviendas de 1 a 4 ambientes con una superficie total de 45.000 m² construidos. En el corazón de las dos torres se conserva un edificio de principios de 1900 erigido por el mismo arquitecto que llevó adelante la confitería El Molino. El desarrollo comenzó a gestarse en 2011.


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