COMUNA 1

El Puente de la Mujer de Puerto Madero tiene óxido y pintura descascarada

Transformado en un ícono de la Ciudad, El Puente de la Mujer está descuidado, tiene partes oxidadas y sin pintura.


El Puente de la Mujer, un icono de Buenos Aires que representa una pareja bailando tango, dejó su esplendor. El puente peatonal giratorio del célebre Santiago Calatrava Valls, visitado por miles de turistas por año, está venido a menos. Su mástil blanco de casi 40 metros de alto está despintado, hay partes oxidadas, los clavos que sujetan el deck de madera a lo largo de 160 metros en los que se extiende están sueltos y las barandas de acero cercanas a los márgenes del río están flojas, informa La Nación.
 
Desde su inauguración en 2001 se convirtió en uno de los emblemas de la Ciudad. Se trata de una mole de más de 1000 toneladas de acero y hormigón blanco que cruzó fraccionada desde su fábrica en España todo el Atlántico para luego ser ensamblado aquí. El estado actual de la construcción preocupa a los expertos. El puente es una sofisticada obra de ingeniería, donde un mecanismo de 20 motores controlados por computadora permiten que gire sobre un eje situado debajo del mástil, permitiendo el paso de las embarcaciones que circulan por el dique.
 
"Tengo una bronca sideral. Su estado de deplorable. Para mí es como un hijo, una obra de arte que tuvo un costo de 10 millones de dólares de la cual ahora nadie se hace cargo de mantener", se lamenta a La Nación el ingeniero Claudio Breuning, encargado de instalar el puente y de conservarlo los primeros años. "El Puente de la Mujer es un orgullo de los argentinos. Pero lamentablemente el país adolece de la cultura del mantenimiento y el cuidado de nuestras obras públicas", remarcó.
 
La empresa Madero Este se hizo cargo de la obra hasta el 2006. Luego, la Corporación Antiguo Puerto Madero se lo cedió al Gobierno porteño. En la actualidad forma parte del Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires, teniendo ésta la potestad total sobre el mismo, lo cual incluye mantenimiento y permisos especiales para su uso. La única excepción es la seguridad, que está a cargo de la Prefectura Naval Argentina.
 
Para Breuning en primer lugar es necesario hacer una revisión urgente de los obenques, los gruesos cables de acero con que se sostiene y sujeta el brazo o mástil. "Nunca lo hicieron en 20 años, a pesar de que es la vida útil del puente".  "Calatrava nunca vino a Argentina para ver cómo quedó la construcción, controlaba el emplazamiento desde afuera", explicó el ingeniero.
 
El Gobierno de la Ciudad informó que para el próximo año se tiene proyectado el repintado y el reemplazo total del solado de madera, tareas para las cuales aún no hay un presupuesto estimado. "En la actualidad se siguen los procedimientos descriptos en el manual de mantenimiento del Puente entregados por la empresa constructora al finalizar la misma", explicaron. Esto incluiría tareas de mantenimiento rutinario, tanto de materiales como del equipamiento electro-mecánico e hidráulico, chequeando semanalmente su funcionamiento.
 
El Ente de Turismo porteño estima que Buenos Aires recibe más de 10 millones de turistas extranjeros por año. La mayor parte de ellos visita la zona de Puerto Madero y cruza el puente, uno de los mayores atractivos de la ciudad. La obra soporta por minuto 120 personas caminado al mismo tiempo.  El año pasado, la Legislatura porteña lo declaró monumento al considerado Patrimonio Cultural de la Ciudad.


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