SENTENCIA

La Justicia declaró ilegal la construcción de un edificio de casi 30 metros de alto en San Telmo

El juez Pablo Mantaras dispuso la paralización de los trabajos constructivos y ordenó la reformulación del proyecto edilicio para la obtención de un nuevo permiso de obra, de conformidad con la normativa urbanística vigente.

Astor San Telmo. Proyecto de la empresa TGLT, que adquirió la constructora Caputo.


La Justicia porteña hizo lugar a una acción de amparo y declaró ilegal la construcción del edificio Astor San Telmo, una obra de cien metros de frente y casi 30 de altura en pleno casco histórico. El juez Pablo Mantaras dispuso la paralización de los trabajos constructivos y ordenó la reformulación del proyecto edilicio para la obtención de un nuevo permiso de obra, de conformidad con la normativa urbanística vigente.

La acción de amparo fue impulsada por el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), la Asociación Vecinal Casco Histórico Protege y la Asociación Civil Basta De Demoler. Según difundió el abogado Jonatan Baldiviezo (de ODC), el juez declaró la nulidad de la Disposición N° 1856/DGIUR/2016 y del permiso de obra otorgado para el inmueble sito entre las calles Bolívar N° 1545/75/93, Perú N° 1560/76/78/84/86/88/90/92 y Av. Caseros N° 527/41/65/77/85/93/95/99 (Astor San Telmo), “en cuanto se autorizó una construcción en exceso de los límites de altura previstos por el Código de Planeamiento Urbano para el Área de Protección Histórica N° 1 (APH 1)”.

En la causa judicial se constató que el edificio Astor tendría una altura de 29,3 metros, que excede los límites permitidos para las zonas consideradas APH. En la demanda se cuestionó la legalidad de las autorizaciones y permisos otorgados a la empresa TGLT (que adquirió la constructora Caputo en el año 2018) para la construcción del Astor San Telmo. 

El Presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad, Jonatan Baldiviezo, declaró que "en la Ciudad existe una práctica sistemática por parte de la Dirección General de Interpretación Urbanística para autorizar emprendimientos inmobiliarios violando la planificación de la ciudad con el único objetivo de permitir una mayor capacidad constructiva en los inmuebles y ganancias para los desarrolladores inmobiliarios sin considerar los derechos ambientales y culturales de los porteños. El caso del Astor San Telmo es un ejemplo más. En este caso la Justicia decidió no avalar las excepciones que inconstitucionalmente realiza el Poder Ejecutivo. La conducta contraria ha sido adoptada por el Superior Tribunal de Justicia en la causa del edificio Roccatagliata, donde prácticamente autorizó al Ejecutivo a gobernar con excepciones a los códigos sin límites y sin autorización de la Legislatura".

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