VIOLENCIA INSTITUCIONAL

“Control poblacional” y persecución a una vendedora de frutillas: el accionar de la Policía de la Ciudad

Un joven pobre, morocho y con gorra fue increpado mientras vendía pañuelos. La diputada Donda intervino y cuestionó fuertemente a la fuerza de seguridad porteña. En Caballito, vecinos repudiaron la persecución a una mujer que vendía frutillas con su bebé en brazos.



La fuerza de seguridad porteña volvió a quedar envuelta en la polémica. En las últimas horas, la circulación de dos videos puso en evidencia la estigmatización a jóvenes pobres y la persecución a vendedores ambulantes. En el primer caso, la diputada Victoria Donda intervino ante un hecho de “control poblacional” por parte de la Policía de la Ciudad.

Donda actuó cuando vio un operativo contra un joven de 18 años, vendedor de pañuelos. Un grupo de policías lo rodeó para detenerlo por averiguación de antecedentes y de domicilio. Cuando la diputada se opuso, dijeron que era por “control poblacional”. Según contó a Radio10, ella se topó con la detención cuando regresaba de buscar a su hija por el jardín.

Se encontró con "un chico tirado, rodeado de carilinas, dos señoras y un muchacho que lo defendían de cuatro efectivos policiales que lo estaban rodeando". "La policía me dijo que estaban haciendo control poblacional", contó Donda, quien agregó que "lo detuvieron para averiguación de antecedentes, de domicilio". Donda dijo que su "cliente" fue detenido "por ser morocho y con gorro". Según el relato del propio joven, había ido al centro a entregar currículums y, en el camino, vender pañuelos descartables a los transeúntes. "Invertí 300 pesos y no recuperé nada", dice el joven en el video que apareció en las redes sociales, según consignó Perfil.

Pese a la intervención de la legisladora, el joven fue detenido "por averiguación de domicilio y con la promesa de dejarlo ir rápido". Más tarde se supo que el joven tenía un pedido de captura vigente desde el 15 de mayo de 2018 por orden de un tribunal oral de menores, si bien las críticas de Donda apuntaban a la práctica policial del “control poblacional”, que apuntaron como siempre a un joven pobre, morocho y con gorra.

El otro caso fue en Caballito, donde los oficiales intentaron detener a una mujer que estaba vendiendo frutillas, con su bebé en brazos, en la puerta de una estación del subte porteño. Vecinos y vecinas se opusieron fuertemente al accionar policial, difundido por la legisladora Andrea Conde.


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