JUDICIALES

Abrieron una causa judicial por los empleados porteños obligados a hacer campaña

El fiscal Di Lello inició una investigación de oficio por la presunta infracción del Código Electoral. Dos trabajadoras del Autódromo porteño ya dieron testimonio sobre cómo les asignaban tareas de campaña bajo amenaza de perder sus empleos.



La fiscalía que conduce Jorge Di Lello ya investiga las denuncias de trabajadores y trabajadoras del Gobierno de la Ciudad que fueron obligados a participar de la campaña electoral –en forma de timbreos, call center, volanteadas y demás- bajo amenaza de perder sus empleos y pese a que la ley lo prohíbe.

Según consignó Página 12, el fiscal inició de oficio una pesquisa preliminar por la presunta infracción al Código Electoral. Este jueves ratificaron su denuncia Florencia Rodríguez y Lucía Sánchez Vilar, dos trabajadoras del Autódromo porteño que se negaron a participar de ese tipo de actividades y con la asistencia legal de los abogados de la Asociación del Trabajadores del Estado (ATE) Capital fueron a dar su testimonio en sede judicial a pesar de que siguen yendo todos los días a trabajar y que saben que sus contratos, que vencen en diciembre, podrían no ser renovados.

Empleados y empleadas de distintas reparticiones del Gobierno porteño vienen denunciando hace tiempo esta situación, difundida también por delegados de ATE. Incluso, crearon una página web (https://noesmitrabajo.com/) que reúne testimonios de esta índole, no sólo en el ámbito de la Ciudad sino también a nivel nacional. La mayor parte de las declaraciones son anónimas, ante el temor de los afectados de perder su trabajo. Las dos denunciantes que ya dieron testimonio judicial participaron en la creación de ese sitio.

“Se hicieron reuniones con todo el equipo en las que se nos indicaba que por 'órdenes de arriba' teníamos que participar de actividades de campaña: volanteadas, actos políticos, timbreos, presencias en los calle center”, contó Florencia Rodríguez. A le indicaron que tenía que ir a volantear a Belgrano. Respondió, por mail, que no iba a ir. Desde entonces ya no hubo órdenes por escrito, sólo en persona. Ella y su compañera Lucía Sánchez empezaron a intentar concientizar a sus compañeros de que hacer ese tipo de actividades militantes no estaba en el marco de la ley. Pero a los que se negaban a participar les decían que si no se sumaban a algún evento, tarde o temprano se iba a tener que ir del gobierno porteño por su “falta de compromiso”. Así lo dejó escrito la trabajadora ante Di Lello.

“Me pidieron ir a volantear, como a todos los del autódromo. Boleta completa con Macri y sólo boletas de Larreta. Y a todos nos amenazaron con echarnos si no lo hacíamos”, dijo Lucía Sánchez a Página 12. A las dos denunciantes les cambiaron la oficina, las alejaron de sus compañeros y temen por su futuro laboral.

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