PRECARIZACIÓN LABORAL

Comprar pañales, buscar un celular olvidado y hasta despertar a alguien: los pedidos más raros de las app de delivery

Aunque las órdenes de comida siguen siendo mayoría, cada vez más usuarios solicitan a los repartidores que les lleven productos, les busquen objetos olvidados y hasta que les hagan “favores”.


En poco más de un año, las aplicaciones de delivery como Rappi, Glovo y Pedidos Ya coparon las calles de la Ciudad. Hubo varios accidentes y en algunos casos fueron seguidos de muerte de los trabajadores. Muchos usuarios suelen recurrir a los repartidores para resolver, en minutos y a bajo costo, ya no sólo el pedido a un restaurante, sino urgencias y tareas cotidianas de lo más diverso como comprar pañales, leche o comida para el perro, buscar un celular olvidado o ir a despertar a alguien que se quedó dormido.
 
Glovo, una de las redes más grandes, debutó en enero de 2018 y desde entonces hizo 5 millones de entregas con una flota que ya supera los 6 mil cadetes en las calles. Rappi, su competidor que llegó casi al mismo tiempo, ya cuenta 2 millones de usuarios registrados, 7 mil repartidores y 3.800 comercios que venden por la app. Viene creciendo en pedidos entre 25 y 30% cada mes y proyecta terminar este año recibiendo 2 millones de órdenes mensuales (a un ritmo de 46 por minuto).
 
“Cuando arrancamos, casi todos los pedidos eran para restaurantes o tiendas de comida rápida, pero ahora son el 75% porque la gente fue viendo que podía usar la app para muchas otras cosas. El 15% pide pequeñas compras en comercios de barrio y el otro 10% son pedidos de llevar cosas o de hacer tareas diversas”, detalla a Clarín Matías Casoy, gerente general de Rappi.
 
En Glovo pasó algo similar y hoy lo gastronómico sólo representa el 60% de las órdenes, contra un 25% de misiones de mensajería y un 15% de compras en comercios. “Si bien los restaurantes se llevan la mayor cantidad de órdenes, el crecimiento de los encargos de bebidas, productos de supermercado, farmacias, veterinarias y otros locales viene siendo exponencial, aprovechando nuestra presencia en todo el país”, comentan en Pedidos Ya.
 
Cuando se encarga una compra de productos, las apps ofrecen catálogos de cadenas de supermercados, farmacias, maxikioscos, carnicerías, librerías y de otros rubros con las que hacen convenios. Pero las principales también sumaron la opción de encargar “lo que sea”, de cualquier negocio, con la única restricción de que sea legal y que quepa en la caja del repartidor, con la ventaja de acceder a los mismos precios y promos que en el comercio y de poder ir chateando con el comprador en tiempo real mientras está en el negocio.
 
En lo que se refiere a productos, dicen en Glovo, lo más pedido durante la semana son pequeñas compras de supermercado, y bolsas de hielo durante el fin de semana. También, para salir del paso, les piden ir al kiosco por preservativos y cigarrillos, e incluso adquirir y entregar un regalo que es para otra persona, en una fecha especial.
 
“Frutas, verduras, huevos, leche, gaseosas y agua están entre lo más usual en los encargos al súper y, en las farmacias, los tres artículos que más se pide son preservativos, pañales y tests de embarazo”, agregan en Rappi.
 
También se utilizan como mensajería, lo más común es que se use para recuperar llaves, bolsos, mochilas, computadoras y cargadores olvidados en la casa o la oficina. Ir a buscar la ropa al lavadero, llevar documentos legales, retirar compras online de productos o de entradas son otras misiones comunes. Hasta se han enviado cadetes para canjear figuritas del Mundial y para retirar pertenencias de la casa de un ex. “Una vez un papá nos pidió ir a buscar la mantita de apego de su beba, que se le había olvidado en la casa de su suegra y sin la cual no podía dormir”, agregan en Rappi.
 
Finalmente, las apps ofrecen sus cadetes para hacer “favores” rentados que no impliquen necesariamente comprar algo o llevarlo de un lugar al otro. En este campo, ejemplifican, la gente empezó a pedir que un cadete le pasee al perro, le vaya a pagar facturas de servicios, le haga la cola para comprar las entradas de un recital e incluso que vayan a “despertar a un jefe que se quedó dormido”.
 
Cada misión, por supuesto, tiene un costo que se agrega a los productos comprados y que suele oscilar entre los $ 40 y los $ 80, según la distancia a recorrer, la cantidad de paradas y el tiempo que lleva. En Rappi, además, si el usuario necesita efectivo un cadete se ofrece a llevarle en menos de media hora, a un costo que ronda los $ 55 más un 2,5% de la suma entregada. La opción se habilitó en marzo y dicen que ya están haciendo más de 5 mil repartos de este tipo por mes, con un monto promedio de $ 800.


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