ATRACCIÓN TURÍSTICA

Construirán una vuelta al mundo gigante en Puerto Madero

La empresa Golden Horse de China es la que tiene a su cargo la construcción. Montarla llevará alrededor de diez meses.


En pocas semanas se iniciará la construcción de la plataforma acuática sobre la que luego se montará una vuelta al mundo, en el barrio de Puerto Madero. En China avanza la fabricación de la estructura metálica, de casi 82 metros de altura. Desde la empresa adjudicataria de la licitación estiman que la atracción será inaugurada después de mediados de 2020.
 
La rueda estará emplazada en el Dique 1, sobre el espejo de agua. La vuelta al mundo se dispondrá de forma paralela a la peatonal Juana Manuela Gorriti, en el rincón formado entre la calle María Luisa Bemberg y el canal de navegación.
 
Durante alrededor de 20 minutos, los visitantes podrán tener otra experiencia visual de la Ciudad y sus alrededores desde 81,65 metros de altura. La rueda contará con 36 cabinas con capacidad para ocho personas cada una, por lo que podrán subir hasta 288 pasajeros por ciclo, según las características técnicas.
 
Tras un llamado a licitación para el proyecto que hizo la Corporación Puerto Madero, en el que se presentaron tres empresas, finalmente se adjudicó la concesión de la atracción a Rueda de Buenos Aires Sociedad Anónima (RDBA SA), compañía que se encarga de la puesta en marcha y financiación de la imponente circunferencia.
 
La inversión será de alrededor de US$11.000.000; según lo establecido, la adjudicataria debe abonar a la corporación un canon anual de cerca de US$320.000 por la explotación durante los 10 años que dura la concesión, con la posibilidad de renovar el plazo por una década más.
 
La rueda funcionará con un sistema de masa central con rayos que la vinculan con el aro exterior rígido donde van montadas las cabinas. Los recintos a los que ascenderán los pasajeros serán cerrados, con una estructura de aluminio y vidrio. Poseerán dos puertas rebatibles que solo podrán ser abiertas y trabadas desde el exterior por el operador.
 
Uno de los directores de RDBA SA, Hernán De Laurente, informó a La Nación que la totalidad de la obra podría completarse en un plazo aproximado de 10 meses: unos siete para la instalación de la plataforma y otros tres para el montaje de la vuelta al mundo.
 
El inicio de la construcción de la plataforma de hormigón armado está previsto para las próximas semanas y la empresa a cargo será Criba. Esta base, ubicada a unos 15 metros del malecón, se apoyará sobre pilotes. Se accederá a ella por un puente metálico de 7,50 metros de ancho que vinculará la plataforma con la calle Gorriti; es allí donde estará la boletería.
 
Una vez que el público abone el ticket, de alrededor de 11 dólares, accederá a la explanada, donde, antes del embarque, se proyectará un video en un espacio cerrado que anticipará la experiencia, indicaron a La Nación desde el estudio de arquitectura Mc Cormack Asociados-Balbuena / Mc Cormack / Wofcy, a cargo del proyecto de la plataforma.
 
La estructura de la rueda pesa 488 toneladas y será soportada por ocho columnas de acero (cuatro de cada lado) construidas con caños del mismo material y con un largo de 47 metros cada una. Su diseño y su fabricación estarán a cargo de la compañía Golden Horse, una empresa china que se especializa en ese tipo de atracciones. Una vez terminada la confección, la rueda -desarmada por piezas que se distribuirán en 120 containers- será enviada a la Argentina en barco para luego ser ensamblada sobre la plataforma.
 
La alimentación de electricidad para la rueda, en tanto, se realizará desde un pilar de entrada que estará en la peatonal Gorriti, donde se alojarán las jabalinas de puesta a tierra según las reglamentaciones vigentes. La instalación sanitaria estará conectada al desagüe de la red.
 
Un grupo de vecinos está en contra de esta atracción turística y enviaron una carta documento a la Corporación para reclamar sobre la mega obra, pero nunca recibieron respuesta. "Pagamos el ABL más alto de la Ciudad, la seguridad más elevada y esto nos perjudica. Además, es una violación a la privacidad porque imagino a alguien elevado a esa altura que puede observar el interior de los departamentos. Es un despropósito", se quejó una de las vecinas a Infobae.
 
 


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