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Xenofobia oficial: es peruana y ya cumplió condena, pero la expulsaron y la separaron de dos hijos

La mujer tiene 33 años y la Policía la sacó engañada de su casa de Villa Lugano. Fue expulsada con su bebé de dos años a cuestas, mientras que sus otros dos hijos –de 5 y 14 años- quedaron en el país. En un marco de políticas antiinmigratorias de campaña, se pasó por alto el interés superior del niño.



Vanessa Gómez Cueva es peruana. Llevaba 15 años en la Argentina cuando, el viernes último, la Policía la fue a buscar a la casa en la que vivía en Villa Lugano. Con el pretexto de que debía firmar una notificación, la sacaron de su hogar con su bebé de dos años –y argentino-. Pero el motivo real era otro: expulsarla a Perú. Pese a que ya cumplió la condena que recibió por infracción a la ley de drogas y separándola de sus otros dos hijos, de 5 y 14 años, que quedaron desamparados en el país.

El caso concentra las peores consecuencias posibles de la política xenófoba impulsada por el presidente Mauricio Macri y replicada en la Ciudad de Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli.

Gómez Cueva, de 33 años, tuvo a sus tres hijos en Argentina. Por lo tanto, son argentinos. Sin embargo, el Gobierno la expulsó a su país de origen con su bebé argentino a cuestas y separándola de otros dos menores argentinos cuyos derechos nadie priorizó.

Según consignó Página 12, la mujer terminó en 2014 de cumplir una condena por infracción a la ley de drogas. Había sido condenada en 2013, en un juicio abreviado, a una pena de cuatro años por comercio de estupefacientes. Salió en libertad antes, por su buena conducta. Cursó una tecnicatura en enfermería y trabajaba. Pese a todo, en 2015 comenzó el proceso para su expulsión.

Gómez Cueva realizó gran cantidad de presentaciones sobre la base de que hay gran cantidad de antecedentes donde se prioriza el interés superior del niño. Pero la xenofobia oficial del gobierno de Cambiemos pudo más: ahora se propicia una interpretación del artículo 70 de la ley de Migraciones que no pondera derechos en juego.

Antes de la expulsión, no hubo chequeo socioambiental para verificar cómo y con quién quedaban los niños de 5 y 14 años que quedaron la casa de Lugano, sin su madre. Luego de que la sacaran de allí engañada el viernes último, Gómez Cueva terminó detenida en una celda, sin luz ni agua, y de allí la trasladaron al aeropuerto de Ezeiza. En ese contexto tuvo que cuidar y amamantar a su bebé.

Ese mismo día su abogado, Juan Villanueva, presentó habeas corpus en el fuero correccional y recursos en el fuero contencioso administrativo. “Hay tres menores argentinos, una familia que fue separada por una disposición administrativa de Migraciones, no se revisaron los derechos de Vanesa y sus hijos, que son chicos escolarizados e insertos en el sistema de salud. No se ponderó su situación de indefensión ni los derechos de ella que es una madre soltera que cumplió una condena. El Estado resuelve que la mejor solución es destruir la familia”, dijo a Página 12. Finalmente presentó un amparo en los tribunales de menores, que también señala que fueron ignorados derechos del/la migrante y el interés superior del niño, además de insistir en la reunificación. Pero fue resuelto una vez que la expulsión ya había sido concretada.

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