EDUCACIÓN

En plena feria judicial y pese al rechazo de la comunidad, una jueza habilitó al GCBA a trasladar la Escuela de Cerámica

En diciembre, una medida precautelar había frenado la mudanza inconsulta. Ahora, una jueza de feria permitió a Acuña y Larreta avanzar con la iniciativa, pese al rechazo rotundo de toda la comunidad educativa.



Mientras la lucha de la comunidad educativa de la Escuela de Cerámica 1 sigue resistiendo el traslado inconsulto, una jueza de feria le permitió al Gobierno de la Ciudad avanzar con esa medida. En tanto, la ministra de Educación, Soledad Acuña, insistió sobre los “beneficios” del traslado, y desde la escuela salieron a responderle.

La jueza de feria Andrea Danas dispuso el 18 de enero último rechazar la medida cautelar requerida por la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) respecto del traslado de la Escuela de Cerámica 1 del edificio de Bulnes 45 al de Juan Bautista Alberdi 4139.

Semanas antes, el 28 de diciembre, el juez natural de la causa, Francisco Ferrer, había suspendido el traslado. Era una medida precautelar, hasta que el Ministerio de Educación acompañase información sobre el tema. Ante la nueva resolución, la única posibilidad de que el traslado no se efectivice, por la vía judicial, es que UTE y la asesora tutelar Mabel López Oliva recurran la decisión de feria.

En tanto, en los últimos días, la ministra Acuña se refirió al tema y volvió a desatar la indignación de la comunidad educativa. La titular de la cartera educativa porteña resaltó los supuestos beneficios del traslado, pero desde el CERA emitieron un comunicado para desmentirla.

“Los espacios destinados a aulas, según las propias declaraciones juradas de las autoridades del ministerio, presentadas a la justicia, dan cuenta de que el inmueble cuenta con tan solo 21 aulas. El Yrurtia ocupa actualmente 21. Claramente, la ministra miente ya que no hay espacio suficiente para albergar a las 17 divisiones que cursan en nuestra escuela (a no ser que lo que no esté diciendo es que piensan cerrar cursos)”, plantearon.

Y agregaron: “Tampoco los talleres, espacios esenciales de las escuelas artísticas, están pensados para la especialidad cerámica. Faltan piletas de decantación (algo fundamental en cualquier taller de cerámica) así como espacios para los hornos y su fuente de energía la conexión de gas. Tanto la falta de espacio como de talleres adecuados, permite pensar que el llamado ‘polo de las artes’, a pesar de lo rimbombante del nombre, en realidad no contempla lo básico para garantizar la formación actual de los estudiantes”.

Estudiantes y docentes volvieron a manifestar su repudio al traslado, entre otras cosas porque “el 80 % de los jóvenes (que asisten) viven en el barrio de Almagro”, porque “más de 13.000” vecinos firmaron para acompañarlos, mientras que “referentes de la cultura y educación apoyan el Proyecto de Ley 2149/2018 que propone ampliar la escuela al terreno lindero y están en contra de que el barrio de Almagro, uno de los más densamente poblados, pierda una escuela, la primera en el país con la especialidad Cerámica y trayectoria de casi 79 años y cerrando 400 vacantes para el barrio”. Para cerrar, exclamaron: “Los números no mienten, la ministra sí”.

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