RIACHUELO

Las obras para el renovar el Autódromo Oscar y Juan Galvez, sin avances

La iniciativa implica la cesión de las tierras públicas a empresas privadas por 25 años y la creación de un fideicomiso con capitales privados. Sólo se avanzó en la incorporación de vallados que delimitan el Lago de Regatas.

Las obras para el renovar el Autódromo Oscar y Juan Galvez, ubicado a la vera del Riachuelo, brillan por su ausencia. Según la propia web del gobierno porteño sólo se avanzó en la incorporación de vallados que delimitan el Lago de Regatas y que mejoran las condiciones de seguridad de las actividades que allí se realizan.

Según una publicación del diario Página 12, el proyecto del oficialismo, que fue sancionado en 2016, tiene como objetivo “reposicionar al Autódromo como escenario principal del automovilismo y motociclismo nacional”,  plantea una zona deportiva de 139 hectáreas donde se ubicarán la pista, las tribunas y los boxes y, por otro, una zona no deportiva, donde se instalarán bares, concesionarias de autos, talleres mecánicos, un hotel y un museo temático.

No obstante, dos años después de la presentación de la iniciativa, no hubo ningún avance. De acuerdo a la propia web del gobierno porteño sólo se avanzó en la incorporación de vallados que delimitan el Lago de Regatas y que mejoran las condiciones de seguridad de las actividades que allí se realizan.

“La respuesta del jefe de gabinete fue que las obras están avanzando y que las mejoras en las zonas deportivas van a estar listas en agosto de 2019, y las de las zonas no deportivas en diciembre de 2020”, contó el legislador Santiago Roberto, en declaraciones a ese medio. El diputado del bloque Peronista consultó en qué estado estaba el proyecto durante el informe anual que brinda el jefe de Gabinete en la Legislatura, pero las respuestas no fueron tan minuciosas.

Esta zona comercial, de 41 hectáreas, fue motivo de muchas críticas por parte de la oposición ya que la Legislatura no podrá decidir los términos en los que se realizará la concesión a privados por 25 años. 

“Fue un proyecto de ley bastante complejo porque al crear un fideicomiso ciego no se puede saber quienes eran los oferentes y, además, con un proyecto de desarrollo que para nosotros era incompatible con el lugar porque planteaba un desarrollo comercial basado en la industria automotriz y la instalación de comercios vinculados al tema en una zona que es prácticamente desértica y donde no hay circulación”, detalló a PáginaI12 la legisladora María Rosa Muiños.  

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