DERECHOS HUMANOS

Graffigna, condenado a 15 años por crímenes cometidos en el centro clandestino Virrey Ceballos

El ex jefe de la Fuerza Aérea ya cumple una condena previa a 25 años por delitos de lesa humanidad. Fue juzgado por privación ilegal de la libertad agravada en nueve casos, en un centro clandestino que funcionó en San Cristóbal.

Foto: @GiselleTepper


Omar Rubens Graffigna, jefe de la Fuerza Aérea durante la última dictadura cívico-militar, fue condenado a 15 años de prisión por los crímenes cometidos en el centro clandestino de detención conocido como Virrey Ceballos, que funcionó en el barrio de San Cristóbal.

Graffigna, último sobreviviente de los nueve comandantes del Golpe juzgados en 1985, ya cumple otra condena a 25 años por las desapariciones de José Manuel Pérez Rojo y Patricia Roisinblit, hija de Rosa, una de las referentes de Abuelas de Plaza de Mayo.

Según consignó Página 12, junto con Graffigna -de 92 años- fue condenado Jorge Luis Monteverde, personal civil de Inteligencia de la Fuerza Área, con una pena de 13 años de cárcel. Su hermano Jorge Luis Monteverde, también civil de Inteligencia, fue absuelto por el Tribunal Oral Federal Nº 2, integrado por Jorge Tassara, Jorge Gorini y Rodrigo Gómez Uriburu.

Graffigna y los Monteverde fueron juzgados por los delitos cometidos contra nueve personas en el centro clandestino de Virrey Ceballos, que dependía de la Jefatura II de Inteligencia de la Fuerza Área. De acuerdo a los testimonios, en ese edificio de Virrey Cevallos 628 fueron secuestrados y torturados varios hombres y mujeres entre febrero de 1977 y marzo de 1978.

Los tres acusados fueron juzgados por privación ilegal de la libertad agravada en 9 casos (Graffigna) y en 7 (los Monteverde). El ex brigadier fue considerado autor mediato y los otros, dos coautores. A Graffigna también se lo acusó por tormentos reiterados a 7 personas, mientras que los Monteverde debieron responder por 4 casos.

Los acusados no estuvieron presentes en la sala de audiencias donde se leyó el veredicto. El juicio había comenzado el pasado 8 de octubre a pesar de las objeciones de la defensa de Graffigna, que había alegado que el represor padecía Alzheimer y tenía dificultades para comprender. Pero los exámenes médicos demostraron que no estaba senil, que podía leer y escribir.


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