ENTREVISTA

“Larreta en tres años casi ha igualado la cantidad de tierras públicas que privatizó Macri en ocho años”

“Lo que vemos en la Legislatura es que principalmente lo que se trata son ventas de tierras públicas, autorizaciones para emprendimientos inmobiliarios o concesión de servicios públicos”, advirtió el presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad, Jonatan Baldiviezo.



El abogado Jonatan Baldiviezo preside el Observatorio del Derecho a la Ciudad y lleva años denunciando las políticas gubernamentales que atentan contra el acceso a la vivienda y fomentan negociados sobre el suelo, entre otras cosas. Si bien alertó sobre estas prácticas durante los años de Mauricio Macri como jefe de Gobierno, advierte que la privatización de tierras públicas y la sanción legislativa en favor del mercado inmobiliario se potenciaron durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta. En diálogo con Nueva Ciudad -en una entrevista realizada en septiembre-, el especialista advirtió que “Larreta en estos tres años casi ha igualado, sino superado, la cantidad de tierras públicas que privatizó Macri en sus ocho años” al frente de la Ciudad. Y sentencia que “este gobierno claramente tiene políticas para profundizar el mercado inmobiliario y los negocios aledaños”.

“En estos últimos años uno puede hacer un parangón entre las políticas orientadas a garantizar el derecho a la vivienda y las políticas orientadas a lo contrario, a hacer que el mercado sea más desregulado. Lo que vemos en la Legislatura, que es una muestra clara, es que principalmente lo que se trata son ventas de tierras públicas, autorizaciones para emprendimientos inmobiliarios o concesión de servicios públicos. Prácticamente en estos tres años los principales temas de la Legislatura se han concentrado en ese tipo de políticas”, señaló Baldiviezo, mientras el cuerpo legislativo porteño aprobaba la venta del predio El Dorrego y la concesión por hasta 20 años de edificios históricos del ex zoológico de Palermo.

Pero las privatizaciones, remarca el abogado, no sólo recayeron sobre tierras públicas. También, sobre los servicios. “Lamentablemente hemos vuelto a privatizar todos los servicios públicos: aquellos que fueron privatizados en los 90 y que supuestamente después de 20-30 años de concesión deberían volver a manos del Estado. No fue así, se volvieron a privatizar. Incluso, servicios públicos que no existían en los 90, como el servicio de bicicletas”, ejemplificó. En cuanto a los servicios re-privatizados, enumera “el subte, el estacionamiento medido y la recolección de residuos”.

¿Cómo inciden estas políticas sobre la situación habitacional de la Ciudad?

Es la otra cara de la moneda: cómo sigue aumentando la crisis habitacional en la ciudad. Siguen aumentando las personas en situación de calle. Los subsidios habitacionales van incrementándose de a cientos todos los años, sin que haya una política que logre avanzar más allá de esa ayuda asistencial, que tampoco es una ayuda integral para personas en situación de calle. Sigue aumentando la población en las villas. La ciudad en estos últimos 20 años ha duplicado la cantidad de familias inquilinas. Lo cual implica que hay menos propietarios que se están haciendo dueños de más tierras en la Ciudad de Buenos Aires y esto va generando una fragmentación social entre propietarios e inquilinos. Si no se toman medidas, estos polos se van a distanciar cada vez más.

Por otra parte, la Ciudad a nivel de comparación con otras capitales del mundo es una de las ciudades que tienen el mercado de alquileres y de suelos más desregulado. Uno ve capitales como Barcelona, Madrid, París, Nueva York y la verdad que tienen muchas medidas de intervención del mercado inmobiliario, para evitar la gentrificación. Tienen políticas de viviendas sociales, que esta ciudad no tiene.

¿Las obras y anuncios de urbanización de villas no alcanzan para revertir este panorama?

El Gobierno, cuando decide avanzar en alguna política progresista –como puede ser la urbanización de los barrios-, tiene una mirada estática, no tiene una mirada que analice el dinamismo económico y social de la ciudad. Tiene una mirada de construir viviendas, hacer obra pública, pero lo que necesita esta ciudad es cambiar las reglas del juego, tocar el tema de la regulación. De nada sirve construir 900 viviendas en un barrio si las villas en la ciudad siguen creciendo y siguen incorporando nuevas familias. Va a ser una historia de nunca acabar si no se toca al mercado.

¿Cómo se relaciona con esto el tema de los nuevos códigos Urbanístico y de Edificación?

Estos códigos, que tendrían que representar la posibilidad de una planificación de vanguardia en la ciudad, están pensados únicamente en relación a la capacidad constructiva de las parcelas. No tienen en cuenta nada de las relaciones económicas y sociales que pasan en la CABA. En vez de ser un código urbanístico, que operativice la planificación de la ciudad y el plano urbano ambiental, es un código inmobiliario. Únicamente determina y establece algunas reglas de cuánto y cómo se puede construir, que no es de los temas más relevantes a la hora de pensar a la ciudad.

 

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