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La educación porteña también se recorta: menos presupuesto para cooperadoras y eliminación de subsidios

Mientras sigue el paro universitario por reclamos presupuestarios y salariales, en la Ciudad el nivel primario también se ve golpeado por recortes. Menos plata para las cooperadoras y desaparición de subsidios para escuelas con orientaciones especiales. Reclamos y pedidos de informes en la Legislatura.



Los recortes presupuestarios no sólo golpean a la educación superior. En territorio porteño las escuelas primarias también están sufriendo las bajas de recursos y hasta la eliminación de subsidios para las orientaciones especiales que llegaban a las cooperadoras como parte del Fondo Único Descentralizado de Educación (FUDE).

La alarma se encendió entre los miembros de las cooperadoras de escuelas porteñas. Y la difusión comenzó desde la comunidad educativa de escuelas primarias con intensificación en artes. Porque en la planilla con los datos desmenuzados de los montos del FUDE de este año enviados por el Ministerio de Educación directamente había desaparecido el ítem con el subsidio destinado a esa orientación.

“Recibimos la planilla de FUDE 2018 y descubrimos que recortaron el ítem ‘Intensificación en arte’. Enseguida nos comunicamos con Dirección de Cooperadoras y muy tranquilos nos respondieron que se quitaron los presupuestos por intensificación. Y si ‘realmente lo necesitamos’ que mandemos una carta. No puedo explicar la bronca general”, expresó un integrante de la cooperadora de una de las primarias porteñas con especialización artística.

 En esa escuela, los datos que arroja la planilla oficial son contundentes. Mientras que en 2017 ingresaron $11.440 en concepto de intensificación, en 2018 ese ítem llegó vacío. La suba registrada en el ítem “primaria” (de $15.226 el año pasado a $18.657 este año) no compensa esa diferencia. “Si hacemos el cálculo del porcentaje sobre los puntos P + I (primaria más intensificación) nos da un 30,1% menos de un año a otro”, dijo a Nueva Ciudad el denunciante, que prefirió mantener el nombre de la escuela en reserva. Y agregó: “Esos son los ingresos que se usan exclusivamente para actividades escolares y materiales. Con fondos propios (de la cooperadora) sostenemos gastos de artículos de limpieza y mantenimiento. Más algunas salidas, ya que el transporte es carísimo”.

Esta semana, la preocupación por el recorte a los fondos de las cooperadoras escolares llegó a la reunión de la Comisión de Educación de la Legislatura. La diputada Lorena Pokoik presentó  un proyecto para solicitar informes sobre el FUDE, y se agregó al expediente una iniciativa de la diputada Victoria Montenegro (ambas de Unidad Ciudadana) para pedir informes sobre las asociaciones cooperadoras de la Ciudad.

“En estos días, representantes de las Cooperadoras Escolares han expresado públicamente su preocupación frente a la disminución presupuestaria que han sufrido en los recursos económicos asignados este año, por lo que este pedido de informes se sustenta en la necesidad de conocer cuál fue el presupuesto destinado al FUDE en los últimos años y cómo fue la distribución del mismo entre los establecimientos”, se detalla en los fundamentos del pedido. Entre los puntos específicos sobre los que se requiere información, se plantea al Ejecutivo que responda cuántas instituciones educativas reciben el FUDE en 2018, el monto total del presupuesto asignado ese fondo en los ejercicios presupuestarios 2015, 2016, 2017 y 2018, y que se explicite si hay escuelas que dejaron de recibir el FUDE en el ciclo lectivo 2018 con respecto al año anterior, adjuntando nómina de los establecimientos.

El FUDE se creó en 2009, cuando la Legislatura sancionó la Ley N° 3.372, con el fin de garantizar el financiamiento público de las cooperadoras escolares de todos los establecimientos educativos de gestión estatal pertenecientes al Gobierno de la Ciudad. Además de ese fondo, ahora recortado, las cooperadoras se financian con fondos propios. “La cuota social mensual (fondos que la escuela recauda de las familias que aportan voluntariamente) la aportan menos de la mitad de las familias. Las escuelas donde la comunidad tiene más recursos pueden llegar a manejar un presupuesto más cómodo. Esto condiciona a las escuelas y a sus alumnos. Crea ‘reputaciones’ de buenas y malas escuelas, tanto para las familias a la hora de elegir la escuela como de los docentes y directivos al elegir un lugar de trabajo”, advirtió un integrante de una cooperadora de una primaria porteña intensificada en artes.

En las comunidades educativas primarias porteñas hace tiempo que se viene denunciando este tipo de recorte por ítems. Por caso, en relación al Plan Natación. A lo largo del año, en distintas escuelas surgió el reclamo por el achique de los fondos para el acceso a las clases de natación para los chicos de quinto grado, dejando el recursos sólo para los de cuarto. El colegio que encabezó el reclamo fue el Álvarez Thomas, que incluso había construido su natatorio con fondos de su propia cooperadora. 

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