OPINIÓN

Buenos Aires capital del arte

En la semana del 6 al 12 de septiembre, se iniciará el proyecto Art Basel Cities con el programa Rayuela, que pretende tomar varias zonas de la ciudad para desplegar distintos proyectos artísticos.

Daniel Molina

Por Daniel Molina

Desde mediados del siglo XIX Buenos Aires comienza a ser vista en el exterior como la capital cultural de América del Sur. Ya en “Los cantos de Maldoror” (publicados en París en 1869), el poeta franco-uruguayo Isidore Ducasse (el Conde de Lautréamont) la llama “la Atenas del Plata”. Esa imagen será su marca en lo sucesivo y no hará más que reafirmarse. Un par de décadas más tarde, ya sobre el fin de siglo, el nicaragüense Rubén Darío se instalará en la capital argentina porque la sueña la capital cultural de la América hispánica, el lugar desde el cual podrá hacer que su voz llegue a todos los rincones del continente (y lo logra).

En 1914, mientras el mundo va a la guerra, Buenos Aires crece y prospera como nunca. En la capital argentina viven ya 1.600.000 personas; una cifra impresionante para la época. Las dos ciudades latinoamericanas más pobladas por entonces (México DF y San Pablo) apenas si alcanzan la misma población, pero sumadas. Solo Chicago, Nueva York, Berlín, Londres y París superan a Buenos Aires en todo el mundo occidental. En los años 20 las transformaciones urbanas, la producción artística y la visita frecuente de los más importantes artistas del mundo la ubican en el podio de las grandes capitales del mundo.

Sin embargo, todos ven que Buenos Aires es la capital gigante, rica, moderna y cosmopolita de un país que es muy diferente en todos los sentidos. Esa desmesura porteña quedará plasmada en dos frases que la pintan de cuerpo entero: “La cabeza de Goliat” la llamará Ezequiel Martínez Estrada. Y André Malraux dirá: “Buenos Aires es la capital de un imperio que nunca existió”. 

En los 60 Buenos Aires nuevamente alcanza un nuevo esplendor. Los visitantes se multiplican, tanto entre los científicos que concurren a la UBA (en especial a la facultad de Ciencias Exactas que, por entonces, se convierte en uno de los centros más respetados a nivel mundial) como al Museo de Bellas Artes (que vive su época de apogeo bajo las direcciones de Romero Brest y, luego, de su discípulo y continuador Samuel Oliver, quien organizará varias de las más importantes muestras de arte que jamás se vieron en la Argentina, desde la histórica de la Bauhaus a la titulada de Cézanne a Miró) y el Instituto Di Tella (cuyo centro de Artes Visuales será dirigido por Jorge Romero Brest hasta su cierre en 1968). Al Di Tella y a Bellas Artes vienen muchos de los intelectuales que están incidiendo en la nueva crítica a nivel internacional, desde Umberto Eco a Pierre Restany.



Buenos Aires es hoy una de las capitales mundiales del arte por mérito propio, pero ese mérito tiene una larga historia de casi dos siglos de difícil construcción. Son capas sobre capas de ilustración, apertura al debate de ideas, apuesta por la innovación, formación de artistas y escritores de primer nivel, intercambio de experiencias con visitantes de todas partes del mundo y surgimiento de instituciones culturales que perduran.

Buenos Aires es la sede de una de las tres principales universidades de América latina y una de las 100 mejores del mundo: la UBA. El complejo teatral San Martín (y el Centro Cultural homónimo) más todo el sistema teatral que administra el Gobierno porteño (que se integra a un enorme movimiento teatral compuesto por casi doscientas salas teatrales comerciales e independientes, pequeñas y grandes) es un acervo único en el mundo. Museos de nivel internacional (MNBA y Mamba), fundaciones artísticas de excelencia (como PROA, Malba y Fortabat), además de cientos de otras instituciones artísticas conforman un entramado que hacen de Buenos Aires una de las ciudades con mayor y más dinámica vida cultural.

Todo esto fue tenido en cuenta por la principal feria de arte del mundo, Art Basel, cuando decidió comenzar en Buenos Aires un programa destinado a poner el foco mundial en ciudades que sean centros artísticos de primer nivel. Art Basel se desarrolló en Suiza durante varias décadas antes de intentar crear nuevas ferias de arte en otros países: la primera feria en el exterior se instaló en Miami y la segunda en Hong Kong. Luego de esa expansión -que ha sido muy exitosa- adoptó una nueva política: asociarse a ciudades que considere grandes capitales del arte para realizar una serie de eventos, exposiciones, conferencias y actividades durante un período determinado de tiempo para que varios líderes internacionales puedan visitarla y conocer ese nuevo mercado.

Hace un par de años se seleccionó a Buenos Aires para iniciar el proyecto llamado Art Basel Cities, que está organizado esencialmente por Art Basel, pero asociada al Ministerio de Cultura de la ciudad. El año pasado se realizaron algunas conferencias en ese marco, pero lo más groso de ese proyecto se está por realizar ahora, en la semana del 6 al 12 de septiembre (aunque muchas actividades continuarán varias semanas y otras se desarrollarán en los meses siguientes, hasta terminar durante la próxima feria de ArteBA en mayo de 2019).



El programa central de Art Basel Cities se denomina Rayuela (como homenaje a la obra de Julio Cortázar en la que se inspira) y pretende tomar varias zonas de la ciudad para desplegar distintos proyectos artísticos creados especialmente para ellos. Entre los extranjeros se destacan Barbara Kruger (que intervendrá los silos de Puerto Madero) y Maurizio Cattelan (cuya obra Eternity, un cementerio para los vivos, se desplegará en Plaza Sicilia, Libertador y Sarmiento).

De los 18 artistas que participan en el proyecto Rayuela (9 mujeres y 9 varones) hay algunos de los más importantes artistas argentinos, como Juliana Lamothe, Leandro Katz, Eduardo Navarro y Eduardo Basualdo. Todos ellos fueron seleccionados por la curadora Cecilia Alemani.

Art Basel Cities pone a Buenos Aires en estado de arte: todos los museos y centros culturales tendrán inauguraciones y actividades especiales (y todas serán libres y gratuitas). Unos 150 personajes vip del mundo del arte internacional (de los cuales el 80% nunca antes estuvo en la ciudad) vendrán a Buenos Aires para conocer artistas, galerías y ver toda la movida del arte.

La semana de Art Basel Cities será un megaevento con muchísimas actividades. Tantas que nadie podría participar de todo. Para saber qué elegir, a qué muestra conviene ir, qué intervención urbana visitar, que charla no habría que perderse se podrá consultar toda la información en una web que estará activa poco antes del 6 de septiembre. 
Hace una década se comenzó a pensar que el futuro de la globalización pasará por conectar grandes ciudades más que por integrar países en bloques regionales (como se hizo en la segunda mitad del siglo XX). Todos los grandes eventos culturales internacionales van en ese camino: establecer la red de las ciudades que son vanguardia cultural. Buenos Aires no podía faltar a esa cita.    

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