INFORME DE UTE

“Se redujo el presupuesto en infraestructura y se aumentó en mantenimiento, que es maquillaje”

La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) realizó un informe que refleja que, desde 2014, el Gobierno porteño invierte más dinero en refacciones menores en las escuelas que en obras de envergadura. “Pintan una fachada, cambian una puerta, un inodoro. Es muy bajo el presupuesto en infraestructura y muy alto en mantenimiento”.



Hace dos semanas en Moreno un escape de gas produjo la muerte de dos trabajadores de la educación que preparaban el desayuno para los estudiantes. A partir del hecho se conocieron varios casos de escuelas de la Ciudad con problemas edilicios, no sólo en relación a la red de gas.

Desde el área de Condiciones y Medioambiente de Trabajo (CyMAT) de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Alejandra Bonato aseguró a Nueva Ciudad que “en la Ciudad se ha reducido el presupuesto en infraestructura, que es el que más necesitamos: los ladrillos, las obras grandes, las escuelas”.

Como contracara agregó que lo que sí aumentó fue “el presupuesto en mantenimiento, que es exactamente el presupuesto en maquillaje que se le hace a las escuelas, las obras menores. Pintan una fachada, cambian una puerta, un inodoro. Es muy bajo el presupuesto en infraestructura y muy alto en mantenimiento”.

Además, detalló: “La infraestructura en general es muy floja porque es muy barata. Usan materiales muy precarios, entonces todo se está permanentemente rompiendo”.

Según un informe elaborado por UTE, desde 2014 la partida presupuestaria se destina en mayor medida al mantenimiento que a la infraestructura. En 2017, por caso, fueron$  130.491.244 para infraestructura mientras que el mantenimiento de las escuelas costó $ 155.020.190.



En el informe se resalta que el “mantenimiento se produce, finalmente, a demanda de las autoridades de los establecimientos, sin que estén debidamente acreditados los planes preventivos y correctivos y, por tanto, la aprobación de los trabajos carece de la trazabilidad necesaria a los fines del control”.

Además, “estos contratos de mantenimiento operan por medio de la zonificación de los establecimientos, para luego asignar el servicio de mantenimiento corriente de esas Escuelas a una Uniones Transitorias de Empresas. Por lo que conocemos de la contratación los pliegos no prevén cantidades o volúmenes de intervención sino la gestión genérica del mantenimiento”.

“De manera que a medida que pasa el tiempo, sobre el volumen total de los recursos dispuestos, tiene una mayor incidencia el componente más difícil de controlar y menos 'duro' en materia de infraestructura”, concluyeron.

Cabe recordar que, durante la gestión de Esteban Bullrich frente al Ministerio de Educación porteño, lanzó una campaña de marketing que hablaba de 923 obras resueltas. Pero el desagregado de las obras evidenciaba, como denuncian los docentes, que la mayor parte consistía en arreglos menores. Consideraban una “obra” destapar un inodoro, por caso. Incluso, los propios informes técnicos del Gobierno alertaban en 2010 sobre cables pelados, problemas de mamposterías y paredes con humedad en escuelas que recibían capas de pintura y otras atenciones cosméticas.

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