COMUNA 13

Demolerán un emblemático hotel alojamiento en Núñez para construir un edificio

En Núñez tirarán abajo el emblemático hotel alojamiento JJ para construir un edificio de departamentos de lujo.


El hotel alojamiento JJ, ubicado en Comodoro Rivadavia y avenida Del Libertador, en el barrio de Núñez, fue un emblema de otra época, será demolido en septiembre para construir en el terreno un edificio de departamentos de lujo.
 
La desarrolladora Brody Friedman compró el edificio el año pasado. Pablo Brody, socio de la empresa, cuenta a La Nación que, cuando lo compraron, el hotel estaba funcionando y los dueños, que tienen otros albergues transitorios, decidieron venderlo porque el valor de la tierra es hoy muy superior a la rentabilidad del negocio.
 
"Va a ser un proyecto de mucha categoría, con amenities y terminaciones de calidad", señala Brody. Aún no está definida la cantidad de pisos que tendrá el nuevo edificio, pero sí que van a ser unidades de dos, tres y cuatro ambientes.
 
Además, el complejo contará con pileta, gimnasio, spa y un estacionamiento para cada unidad. Los departamentos se van a vender a 4 mil dólares el metro cuadrado. Los de dos ambientes van a ser de entre 55 y 60 metros cuadrados, los de tres de entre 80 y 90 y los de cuatro de entre 120 y 140. La obra comenzará en marzo del año próximo y va a demandar dos años y medio.
 
El JJ fue construido en 1974, tenía en sus seis pisos 38 habitaciones, 22 con cochera privada. Es un edificio grande, con 1700 metros cuadrados de terreno, con salida a las calles Comodoro Rivadavia y Vilela. Desde la terraza se puede apreciar el río y observar el club Defensores de Belgrano y la ex ESMA.
 
El periodista Juan Pablo Casas, autor del libro “Telo, un mapa de la sexualidad porteña”, afirma a La Nación que el JJ era un hotel "muy bacán" en la década del 70, algo así como en los 90 fue Jardines de Babilonia.
 
Casas señala fue importante porque se trató del primero pensado como hotel temático, de manera muy naif. Tenía la habitación "del capitán" (con objetos de barcos), "la selva" (con empapelado a tono, cama con cañas y una alfombra verde) y un "set de cine", con silla de director y focos. Algunas habitaciones tenían jardín privado y hasta una piscina con forma de corazón. A lo largo de los años, fue remodelado en varias ocasiones.
 
El JJ tenía un público cosmopolita, no era un hotel de barrio, la gente iba especialmente. En los 70 estaba de moda ir a comer a los carritos de Costanera Norte. Y para una pareja con plata, terminar la noche en el JJ era una buena opción.
 
Casas dice que hay tres factores que explican la caída del negocio de los hoteles alojamientos, que llegaron a ser 400 en la década del 60. Hoy sobreviven solo 135. La primera es un cambio social: ahora las parejas jóvenes pueden tener sexo en la casa paterna, algo que era impensado hasta los 90.
 
Por otro lado, el boom inmobiliario arrasó con los hoteles de zonas codiciadas, como Cañitas y Palermo. Finalmente, los costos se les fueron a las nubes a los dueños de hoteles, con los aumentos de tarifas.
 
Según Casas, hoy hay un uso distinto del hotel alojamiento, además del tradicional para la trampa, las parejas consolidadas lo aprovechan para "una ocasión especial", por lo que el servicio debe ser de categoría.


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