MEDIO AMBIENTE

La poda de árboles, un servicio frenado por la Justicia

Un tribunal porteño ordenó que la tala de árboles sea realizada por personal idóneo y tras una evaluación técnica de cada ejemplar. Fue tras un recurso de amparo presentado por vecinos.


Un fallo judicial exigió al Gobierno porteño la suspensión de los trabajos de poda mientras no estén justificados en forma técnica y llevados a cabo por personal idóneo, informa Clarín.
 
La decisión judicial fue en respuesta a un amparo presentado por Claudia Heras, abogada y vecina del barrio de Villa Urquiza. “Me cansé de ver podas mal hechas. Me cansé de operarios que no tienen idea y convierten una intervención, que podría ser útil en la destrucción de nuestro patrimonio”, dijo Heras a Clarín.
 
El año pasado, mientras miraba los árboles mutilados, pensó: "Yo, que conozco la ley, tengo que hacer algo" y se presentó a la Justicia. Demandó al Gobierno porteño y a las 15 Comunas, que apelaron. En noviembre la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario confirmó la decisión de primer grado.
 
Junto a otros vecinos y especialistas, Heras no pidió la eliminación de la poda, sino una planificación profesional y una ejecución correcta, como establece la ley. El fallo contempla que en situaciones excepcionales que no admitan demoras, como un árbol con riesgo de caída, el Gobierno puede actuar, previa notificación a la Justicia.
 

La cátedra de Jardinería de la UBA también había advertido sobre el problema. En un informe, Gabriela Benito, docente de la materia Arbolado Urbano, afirmó: "Las empresas contratadas no están a cargo de profesionales idóneos, no tienen cuadrillas capacitadas y cortan sin un criterio técnico. Algunas especies se podan fuera de época, como sucede con las tipas y los jacarandás. Y con ello les quitan masa verde y aceleran su decrepitud".
 
Extraer un árbol o cortarlo de manera tal que se detenga su crecimiento representan daños concretos al ambiente. El árbol urbano produce oxígeno, absorbe dióxido de carbono, reduce la velocidad y el volumen del agua ocasionada por las lluvias, disminuye la contaminación visual y amortigua los sonidos y sostiene la biodiversidad. Además, según un estudio de la Universidad Nacional de Entre Ríos, en las calles donde no hay árboles la temperatura puede subir entre 4º C y 9º C.


COMENTARIOS



UBICACIÓN