EN UN VAGÓN DONADO POR EL EJECUTIVO

El Gobierno se desligó del derrumbe en Los Piletones: “La Ciudad no tiene nada para habilitar"

"Por ahora es un vagón en un predio. Es como si te compraras un terreno y pusieras una casa rodante. La Ciudad no tiene nada para habilitar", dijeron desde el Gobierno tras el derrumbe en la fallida inauguración del restaurante de Margarita Barrientos.



"Lo único que hicieron es acondicionar el vagón y mostrarlo. Mientras que no haya actividad comercial no tenemos que interceder", dijo una fuente del Gobierno porteño tras el derrumbe de una tarima en la fallida inauguración del restaurante de la dirigente social Margarita Barrientos en un viejo vagón del subte A. "Por ahora es un vagón puesto en un predio. Es como si te compraras un terreno y pusieras una casa rodante adentro. La Ciudad no tiene nada para habilitar", se excusaron desde el Ejecutivo.

"Solamente quisieron mostrar que los vagones habían tenido un destino solidario", explicaron las fuentes oficiales consultadas por el portal La Política Online. Y aclararon que, dado que la intención de la dirigente es atraer a los turistas y locales que llegarán a Villa Soldati para ver los Juegos Olímpicos de la Juventud, "en ese caso va a necesitar una habilitación".

Al momento del accidentado acto de inauguración, sin embargo, los trámites para obtener la habilitación correspondiente ni siquiera estaban iniciados. No había ni cocina ni baño. "No tienen ni obra, no podemos exigirles nada", dijeron desde el gobierno porteño.

Lo cierto es que el derrumbe de la tarima, que hasta causó la caída del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y de la propia Barrientos, opacó una inauguración que había sido anunciada con bombos y platillos.

Después del traspié, el plan sigue siendo que el restaurante funcione en un vagón de La Brurgeoise que el gobierno porteño cedió a la dirigente para que montara allí La Tomasa de la Quinta. Para ello, Barrientos realizó un acuerdo con estudio Salto Diseño en Acción para que se ocuparan de la ambientación del coche.

Desde esa firma habrían convocado a la empresa PVC deck para que hiciera la superficie exterior que terminó cediendo. "Se pagaron 130 mil pesos por el deck", confirmó Ezequiel Eguía Seguí, número dos de Barrientos en la Fundación e impulsor de la idea del restaurante, a diferentes medios. El dinero lo donó una empresa de la cual no quiso dar el nombre. "No es una empresa importante", aclaró.

Barrientos dijo que "la empresa de diseño hizo mal el trabajo" y que el abogado Fernando Burlando presentará una demanda civil contra la compañía. Además cerró con la popular frase "un tropezón no es caída" y que la inauguración se postergará unos días más.

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