EDIFICIOS

Polémica por el proyecto del Gobierno para bajar expensas: consorcistas vs. encargados

El proyecto implica menos controles de ascensores y tanques y menos trabajo para porteros. Los consorcistas dijeron que eso no alcanza y reclamaron participar en las paritarias de los encargados. El gremio apunta a defender las fuentes de trabajo y advierte sobre los riesgos de reducir los controles.



A poco de que el Gobierno de la Ciudad dejara trascender su proyecto de reducir los gastos de las expensas de los edificios –a costa de menos trabajo para los encargados y menos controles de seguridad para los vecinos-, no tardó en desatarse una fuerte polémica entre los consorcistas y el gremio de los encargados de edificios.

Uno de los principales cambios propuestos es eliminar la obligatoriedad de proveer una vivienda para el encargado, así como espaciar los controles de ascensores, tanques y calderas. Los consorcistas ya señalaron que no objetan la iniciativa, pero asimismo cuestionaron su utilidad. Reclaman poder participar en las paritarias de los encargados y afirman que, mientras eso no ocurra, cualquier otra acción tendrá un impacto menor en el valor de las expensas.

"Es un plan que presentaron para mostrar que están haciendo algo, pero la verdad es que no modifica lo importante. Nuestro reclamo principal es que nos dejen participar de las paritarias, porque hoy hay un contrato leonino en el que los dueños de los departamentos no pueden discutir", dijo al diario Clarín el presidente de la Federación de Asociaciones de Consorcios (Fedeco), Samuel Knopoff.

En la actualidad, la discusión salarial se da entre los encargados, representados por el Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (Suterh), y el Ministerio de Trabajo. Ante el planteo de los consorcistas, el titular del gremio -Víctor Santa María-, aseguró a la agencia Télam que no tienen "ningún problema en brindar esa discusión", aunque señaló que el Gobierno "no es claro" con la medida.

El sindicalista manifestó que buscarán sostener el convenio de trabajo y defender los derechos de los trabajadores "como siempre". Y agregó que "si la medida no perjudica a los trabajadores y ayuda a que las expensas sean más bajas, vamos a apoyar eso”.

De todos modos, Santa María advirtió sobre los riesgos que implica reducir las revisiones de ascensores, tanques y calderas. "Los controles espaciados atentan contra la seguridad de los que viven en el edificio. Prefieren bajar costo a tener un edificio más seguro, pero eso debe ser una decisión de cada consorcio", remarcó.

El plan del Gobierno contempla sólo limpiar aquellos tanques de agua que tengan resultado negativo en análisis de laboratorio –es decir, no realizar controles preventivos-; intensificar las inspecciones en los ascensores más viejos pero espaciarlas en los más nuevos; y hacer lo mismo con las calderas, que hoy deben examinarse cada tres meses. La polémica recién comienza.

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