COMUNA 11

La textil Rolmen dejó en la calle a 50 trabajadores

La empresa textil Rolmen, principal proveedora de la marca Key Biscayne, dejó sin trabajo a 50 personas a las que se les deben sueldos y aportes.


En junio pasado la empresa textil Rolmen, perteneciente a la familia del conocido luchador Martín Karadagian, dejó en la calle a 50 trabajadores adeudándoles suelos y aportes previsionales de 6 años. En la textil trabajaban 80 personas, hoy quedan 31, algunas ejercen la retención activa de tareas, pero ninguna cobra hace meses.
 
Rolmen, ubicada en Alfredo Bufano 2153, en el barrio de Villa General Mitre, abrió en la década del 50 de la mano de Lázaro Karadagian, para confeccionar prendas de alta costura, hoy la empresa está a cargo de su hija Claudia, a quien los trabajadores responsabilizan por el mal manejo de la textil y los despidos.
 
Nueva Ciudad se reunió con parte del personal de la textil y contaron que “varios firmamos el seclo (una mediación) pero Rolmen no lo cumplió, no se presentan a las audiencias. Nos deben aportes de 6 años. No le pagaron a nadie. No tenemos un peso”, se lamenta Alejandra, que trabajaba como contadora.
 
A los trabajadores los representan tres gremios diferentes: SOIVA, SETIA y Cortadores, pero ninguno de ellos se hizo cargo de la situación, “los únicos que nos ayudaron fueron la gente de la CTA”, explica Alejandra. “Pedimos apoyo a Industriall Global Union, una organización mundial, ya que no sabemos a quién más recurrir”, continúa la contadora.
 
El 10 de septiembre los trabajadores de Rolmen se manifestaron frente a las puertas de Quid Pro, una de las tiendas de ropa donde se comercializan las prendas que ellos mismos confeccionan, ubicada en Avellaneda 3699, en el barrio de Floresta, que es propiedad de Claudia Karadagian.
 
Los trabajadores despedidos habían aceptado el pago del 50% de su indemnización, pero nunca cobraron, tampoco se les dan las certificaciones de servicio para acreditar que trabajaron durante esos meses y poder cobrar el seguro de desempleo. El resto de la planta, los que quedaron adentro, no volvieron a cobrar salarios desde el despido de sus compañeros, se les paga $1000 por semana en negro.
 
La textil Rolmen desde siempre ha producido para las principales marcas nacionales e internacionales como Zara, Key Biscayne, Bensimon, Vitamina y Chocolate; ha vestido a personalidades como Guillermo Francella y a los jugadores de la selección Argentina.
 
Ninguno de los derechos que protegen a los trabajadores en estos casos se vieron respetados. Ni siquiera se había dado inicio al proceso preventivo de crisis previsto en la ley 24.013 que obliga a las empresas con menos de 400 empleados que vayan a despedir o suspender a más del 15% de su personal por causas económicas o tecnológicas, a dar inicio al procedimiento de crisis ante el Ministerio de Trabajo.
 
De los tres gremios que representan a estos trabajadores, ninguno de ellos dio inicio al mismo ni tampoco exigieron todos los elementos probatorios que le permitieron a Rolmen quedarse con el 50% de la indemnización de trabajadores con 20 años de antigüedad en esa firma.
 
El artículo 247 de ley de contrato de trabajo dice que “En los casos en que el despido fuese dispuesto por causa de fuerza mayor o por falta o disminución de trabajo no imputable al empleador fehacientemente justificada, el trabajador tendrá derecho a percibir una indemnización equivalente a la mitad de la le hubiera correspondido en una situación normal.” y continúa “En tales casos el despido deberá comenzar por el personal menos antiguo dentro de cada especialidad. Respecto del personal ingresado en un mismo semestre, deberá comenzarse por el que tuviere menos cargas de familia, aunque con ello se alterara el orden de antigüedad”.
 
La familia de Claudia Karadagian vive en un caserón de casi una manzana en el barrio de Villa Devoto, además tienen cuatro autos de su propiedad. “Hoy Key Biscayne está comercializando ropa hecha por nuestras manos, con trabajo esclavo, esta marca se tendría que responsabilizar por la situación que atravesamos”, denuncia Alejandra.
 
Los trabajadores pidieron una audiencia al Ministerio de Trabajo, pero todavía no les dieron respuesta. Existe el Programa de Recuperación Productiva (REPRO), donde el estado se hace cargo de los sueldos de los empleados cuando hay una crisis en alguna empresa para que no se pierda la dotación de trabajadores, pero no se lo proveyeron. “Estamos financiando la producción con nuestro trabajo y no nos pagan”, manifiestan las trabajadoras.
 
“Yo me jubilé en abril y no me pagaron la liquidación final, todavía estoy esperando, no dan ningún tipo de respuesta”, cuenta Mirta a Nueva Ciudad. “Me dejaron sin trabajo con 23 años de antigüedad en la empresa, tengo 54 años, ¿dónde voy a conseguir trabajo?”, se lamenta Delia.  
 
“Esperamos que nos den una respuesta y que se hagan cargo de la situación. Somos mano de obra híper calificada y hay compañeros con chicos que necesitan trabajar ya. Buscamos la condena social, que los vecinos de Claudia sepan que ahí vive gente que explota trabajadores”, concluyen las trabajadoras. 

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