CANDIDATOS Y LICITACIONES

Negocios hasta con las biromes

Nuevo Encuentro denunció una licitación vinculada al ministro, candidato y empresario Andy Freire, referida a los insumos de oficina. Una investigación de 2009 previa ya había revelado sobreprecios en diversos ítems. Hoy le siguen comprando a la misma empresa.

Werner Pertot
La legisladora de Nuevo Encuentro Andrea Conde denunció que el ministro de Modernización (de licencia por el momento) y actual primer candidato a legislador macrista, Andy Freire, le otorga hace dos años la compra de insumos a una empresa que le perteneció: Officenet-Staples. La legisladora advirtió que las condiciones que pone son tan entreveradas que otras empresas no logran ganar, pese a tener precios más bajos. En verdad, esa operatoria viene ocurriendo desde el comienzo de la gestión PRO con la empresa de Freire, como investigué en su momento. Ya en 2009 había denuncias de sobreprecios en la licitación.

Se sabe: Andy Freire asumió como Ministro de Modernización al comienzo del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, como una de las nuevas incorporaciones del PRO. Un emprendedor, un joven empresario: así lo presentaron los macristas. Este año, resolvieron que sea la cabeza de la lista de legisladores para representar ese aire fresco que, para los macristas, viene a traer un empresario a la política. No obstante, las denuncias que empiezan a caer, con el comienzo de la campaña, empiezan a mostrar algunos flancos.

La primera se puede leer en una nota del diario La Nación que advierte que Freire respalda la adjudicación del Centro de Exposiciones y Convenciones (CEC), financiado y construido por el Estado, a IRSA, un grupo empresarial del que fue director rentado hasta minutos antes de asumir como funcionario público. Esto le trajo algunas críticas de opositores y aliados. El candidato de Evolución, Martín Lousteau, salió a castigarlo: "IRSA va a ganar la concesión. Y el ministro de Modernización que llevó adelante la licitación fue antes director de esa empresa”. Pero, peor aún, Freire recibió por esto el cuestionamiento del auditor Facundo del Gaiso, hombre de Elisa Carrió. Del Gaiso advirtió que lo que estaba ocurriendo era violatorio de la Ley de Ética Pública porteña, dado que de Freire depende la dirección general de Concesiones encargada de la licitación. El auditor de la Coalición Cívica indicó que Freire tendría que excusarse y, finalmente, el ministro le hizo caso. En su entorno, sostuvieron que ya se había excusado antes de que se lo pidieran y que delegó la firma en el jefe de Gabinete, Felipe Miguel.

El actual primer candidato a legislador macrista, Andy Freire, le otorga hace dos años la compra de insumos a una empresa que le perteneció: Officenet-Staples. La legisladora Andea Conde denunció que las condiciones de licitación son tan entreveradas que otras empresas no logran ganar, pese a tener precios más bajos.



La nueva denuncia la hizo la legisladora Andrea Conde. Indicó que la empresa Staples (antes Officenet), que fue originalmente propiedad de Freire hasta que la compró una multinacional, tiene el monopolio de la entrega de insumos de oficina al Gobierno porteño. Y advirtió que la Unión Argentina de Proveedores del Estado (UAPE) denunció la licitación que hizo en 2017, por estar hecha de forma tal de evitarle competencia a esta empresa. Según la legisladora, los pliegos están cargados de requisitos arbitrarios para eludir la competencia, incluso cuando los precios son más bajos.

En rigor, esto precede a la gestión de Freire como funcionario: comenzó cuando Mauricio Macri asumió como jefe de Gobierno. La gestión PRO, en ese momento, anunció que iba a centralizar la compra de artículos de librería para todos los ministerios. En principio, sonaba a una buena idea, para ahorrar costos. Pero pronto me enteré de que implicaba que el Gobierno compraba muchos insumos a precios más caros que los que tenían otros proveedores más pequeños. Antes de que Andy Freire fuera funcionario o candidato, me tocó investigar a la empresa Officenet, de la que él era dueño junto a Santiago Bilinkis. Se trata de una compañía que crearon en 1997 y que en 2004 pasó a ser la sucursal local de la multinacional de los insumos de oficina Staples. La primera licitación que ganaron (y en la que compitieron solos, porque hubo otra empresa que se retiró al ver los requisitos) la autorizó Macri el 12 de febrero de 2009.

En ese momento, pude constatar que, en diversos renglones de la licitación, los precios por los que esa empresa vendía los insumos llegaban hasta a duplicar los precios del mercado.) Para esto, pedí precios a otros tres proveedores del Estado. Algunos ejemplos (con precios de 2009, que ahora son idílicos) eran:

· Un cuaderno Gloria cuadriculado de tapa flexible le costaba 2,66 pesos por unidad con Staples. El mismo producto lo podían conseguir por entre 1,21 y 0,82 pesos en otros proveedores: en promedio un 130 por ciento de sobreprecio.

· Una caja con doce minas para portalápiz Cónsul le costará a la administración PRO 1,32 pesos. Otros se la vendían a 0,41. Un sobreprecio del 221 por ciento.

· Un cartucho HP (C7115a) les costó al Estado 288,91 la unidad. Otros proveedores lo tenían en esa misma época a 206,15.

Durante esa investigación, hablé con el director de Compras y Contrataciones, que era por esa época Edgardo Cenzón (luego ministro de Espacio Público porteño y el año pasado ministro de Infraestructura bonaerense). Cenzón argumentó que en el monto global había un ahorro y que les permitía controlar en forma centralizada cómo usaba la plata cada ministerio. También me reuní con los ejecutivos de la empresa de Freire. “Vas a encontrar en productos puntuales precios más altos o más bajos. Nuestro foco está puesto en ayudar al cliente a ahorrar”, me dijo en ese entonces el gerente general de Officenet-Staples, Leonardo Piccioli.

Se pueden extraer varias conclusiones: Antes de ser funcionario y candidato, Freire fue un empresario contratista y beneficiado por el Gobierno que ahora integra. Ese negocio no se detuvo ni ante las denuncias de sobreprecios ni cuando se blanqueó la incorporación del empresario a las filas del PRO. Y, finalmente, Carrió se sigue sacando fotos con un empresario-contratista-funcionario-de-licencia que, en otras épocas, hubiera denunciado.



Ya en esa primera licitación la Unión Argentina de Proveedores del Estado había advertido que desde los requisitos estaba digitada para que ganara esa empresa. Incluso, la UAPE hizo dos presentaciones ante el Gobierno porteño, que fueron desestimadas por la administración de Macri. Staples siguió siendo la proveedora durante todo el Gobierno porteño del actual presidente gracias a una serie de prórrogas. La legisladora Conde calculó que desde esa empresa se embolsaron cerca de 118 millones de pesos.

El 31 de marzo de este año, Horacio Rodríguez Larreta lanzó una nueva licitación por 55 millones de pesos. La legisladora de Nuevo Encuentro indicó que los requisitos están, de nuevo, direccionados a Staples: “La empresa oferente debe acreditar ventas anuales por 45 millones de pesos, contar con un patrimonio neto de 7 millones y antecedentes de prestar servicios similares a al menos cinco clientes cuya facturación no sea menor a 3,5 millones. De más está decir que ninguna PyME argentina del rubro está en condiciones de competir en la licitación”, indicó Conde. Nuevamente, la UAPE denunció que están digitando la licitación, que quedó suspendida. ¿Quién sigue prestando el servicio? Staples, por supuesto.

De esto se pueden extraer algunas conclusiones poco edificantes: la primera es que antes de ser funcionario y candidato, Freire fue un empresario contratista y beneficiado por el Gobierno que ahora integra. La segunda es que ese negocio no se detuvo ni ante las denuncias de sobreprecios ni cuando se blanqueó la incorporación del empresario a las filas del PRO. Y la tercera es que Carrió se sigue sacando fotos con un empresario-contratista-funcionario-de-licencia que, en otras épocas, hubiera denunciado.

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