ORGANISMOS INTERNACIONALES

La CIDH comenzó a sesionar en Buenos Aires

El lugar fue el piso 24 del Sheraton Hotel. Ayer, se inauguró el 162° período de sesiones extraordinarias del organismo.

El presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Francisco Eguiguren, inauguró ayer el 162° período de sesiones extraordinarias del organismo, por primera vez con audiencias en Argentina. El lugar fue el piso 24 del Sheraton Hotel, donde Eguiguren estuvio acompañado por el secretario de Relaciones Exteriores de la Nación, Pedro Villagra Delgado, y el ministro de Justicia, Germán Garavano.

En primera fila, entre invitados varios, estuvieron Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. “Es importante que se comprenda lo que significa la presencia de la CIDH, gracias a la invitación que hacen los diversos Estados”, dijo. “Como saben durante el período de sesiones no se trata ningún asunto propio del país anfitrión, pero esta estadía permite tener, antes de las audiencias, reuniones de contacto con las autoridades y con la sociedad civil para conocer sus problemas. Porque es muy difícil –aclaró– que la sociedad entienda que uno viene a su país y se va a ocupar de todo menos de las cosas del país, son cosas que los diplomáticos podemos comprender, pero los pueblos tienen sus expectativas”.

Para la apertura se repartieron 120 invitaciones, mitad de la CIDH, mitad de Cancillería. Entre los invitados hubo funcionarios de primera línea del gobierno, de organismos internacionales y comisionados de la organización. Cancillería incluyó en su lista al mendocino Carlos Horacio de Casas, defensor de represores, candidato del gobierno a la CIDH, repudiado por más de cien organismos de derechos humanos argentinos, pero al que finalmente nadie vio.

En primera fila quedó ubicado el secretario de derechos humanos, Claudio Avruj, que se sentó luego de saludar con un beso, una por una, a Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, a Lita Boitano, a Stella Maris Martínez, Defensora General de la Nación y a la jefa de fiscales, la procuradora Alejandra Gils Carbó. En la segunda fila estuvieron Vera Jarach y Adela Antokoletz de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.

“Esta visita a Argentina es singular”, dijo Eguiguren, también relator para los casos de Argentina entre los que se encuentra pendiente la detención ilegal de Milagro Sala. “No me confundo si digo que el vínculo entre la Comisión Interamericana y Argentina tiene una raíz histórica fundamental -dijo–. La visita de 1979 debe haber sido, creo yo, la experiencia más importante de la CIDH en lo que significa la lucha por la vigencia y el respeto de los derechos humanos, la construcción de memoria, la acción contra la impunidad y el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad. Esa histórica presencia del 79 significó mucho, tanto para la Comisión como para la Argentina”.

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