EN SIETE AÑOS

Para el Banco Central, 87% de los billetes circulantes debe ser destruido

La renovación de billetes debe cumplir con los estándares internacionales y la adecuación demorará siete años. Los motivos de la destrucción de un billete van desde la suciedad hasta el desgaste por el uso.

El Banco Central busca "normalizar" las proporciones de billetes circulantes en el mercado con el objetivo de que en 2018 la mitad de billetes circulantes sea de $500; el 18% sean de $100 (hoy es el 71%); el 14% de $200; y el 7% de $50. Además, se espera que en septiembre de este año comience a utilizarse el billete de $1000, con la imagen del hornero.

Según un informe publicado por el diario Clarín, en manos del público y de los Bancos hay 6.421 millones de billetes de las distintas denominaciones emitidas por el Banco Central. Entre todos, suman un circulante de casi 600.000 millones de pesos. Sin embargo, para ajustarse a los estándares internacionales, el 87% de los billetes debe salir de circulación y ser destruidos.

De acuerdo a estos estándares, un billete de baja denominación debe destruirse a los 14 meses de haber salido de la Casa de la Moneda, y los de más alta denominación, a los 28 meses. En nuestro país esos plazos llegaron a triplicarse. Por eso, se busca catalogarlos en una escala del 1 al 6, donde el grado 1 corresponde al billete impecable y el 6, al más deteriorado, siendo destruidos los que se ubican entre los grados 2 y 6. Para ello, se instaló una máquina que llega a destruir 600 mil billetes por hora y actualmente se inutilizan unos 4,2 millones diarios.

¿Cuáles son los motivos para sacar un billete de circulación? El estar sucios, dibujados, rotos en sus ángulos, precariamente unidos con pedazos de cinta scotch o demasiado gastados por la cantidad de veces que pasaron por manos, bolsillos, billeteras o cajeros automáticos.

COMENTARIOS