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- 05.08.2016
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Familias por la Vida: "La corrupción impide que se termine con los abusos de la nocturnidad"
La organización realizó la denuncia e informó sobre los talleres que dan en las escuelas secundarias.

Las clases y talleres que los familiares de la víctimas dan en escuelas secundarias se destinarán también a los inspectores, se supo tras la renovación de un convenio que desde 2013 mantiene la Agencia Gubernamental de Control (AGC) con la organización Familias por la Vida. Desde ese momento, la asociación civil de padres y madres de las víctimas agrupados a pocos días de la tragedia de Cromañón, en 2005, se comprometió a responder una línea gratuita 0800, y a dar clases y talleres en favor de la concientización, la prevención y la participación ciudadana, como un aporte a la prevención de los riesgos de la nocturnidad.
"Los 2.200 llamados que recibimos desde el convenio que firmamos en 2013 nos obligó a generar un sistema de seguimiento de esas denuncias si queríamos enfrentar la corrupción que fue y es el problema más serio que tiene la nocturnidad", dijo a Télam Juan Lizárraga, padre de una víctima del pub Beara, donde el derrumbe del entrepiso causó en 2010 la muerte de dos jóvenes. "Desde que estamos a cargo del 0800 no tardamos en darnos cuenta de que hay un entramado de corrupción que es el principal obstáculo para terminar con los abusos de la nocturnidad; porque además de impedir que las clausuras y sanciones se cumplan, fomenta la pasividad, y la falta de compromiso de la comunidad que queda atrapada en el escepticismo", opinó Lizárraga, que se integró a Familias por la Vida desde hace seis años, tras la pérdida de su hija.
El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, acompañó la firma de la ampliación de este convenio rubricado entre el titular de la AGC, Matías Álvarez Dorrego, y Nilda Gómez, mamá de una víctima de Cromañón y miembro de “Familias por la Vida”. El convenio establece que el horario del 0800 999 2769 que hasta ayer recibía denuncias de 8 a 20 quedará habilitado durante las 24 horas y que las charlas y talleres que daba Familias por la Vida a escuelas secundarias deben extenderse a los inspectores de la AGC y a los Centros de Gestión Participativa (CGP) de la Ciudad de Buenos Aires.
Lizárraga informó que que el sistema de recepción de denuncias "realiza un recorrido que comienza cuando nos llama una persona que informa el incumplimiento de alguna norma referida a la infraestructura, a la seguridad, a la higiene, el ingreso al local de menores, a la venta de alcohol no autorizada, entre otras infracciones". Tras enviar el formulario de la denuncia a la AGC, la asociación civil debe esperar un tiempo perentorio porque la agencia tiene que enviar primero un inspector al boliche denunciado y después tiene que notificarles el resultado de esa acción.
Otra de las ampliaciones que se comprometen a cumplir, es la extensión de la tarea pedagógica que realiza la asociación que desde ahora no solo se dirige a las escuelas secundarias e instituciones que soliciten la capacitación sino los inspectores de la AGC y los CGP de la Ciudad de Buenos Aires. Rosa María David, antigua integrante de Familias por la Vida, y madre de dos jóvenes que murieron la noche del 30 de diciembre de 2004 en el boliche de Once, donde murieron 194 personas, dijo a Télam "que renovar este compromiso es seguir poniendo todo para que no haya más muertes sin sentido". "Desde que perdí a mis dos hijos, tuve otra familia que me ayudó a ayudar a los demás. Escuchar las denuncias y tratar de canalizar las soluciones le volvió a dar un sentido a mi vida", señaló David que estuvo a cargo de la recepción de las denuncias a través del 0800.
Según su registro, "ni bien comenzó a funcionar la linea telefónica gratuita de Familias por la Vida tuvimos un aluvión de llamados; algunos eran pertinentes y otros no, pero nunca nos desentendimos de ninguno, los canalizamos para que el llamado no se desestimara y quedara en la nada". Como ejemplo se refirió a las denuncias de vecinos de boliches y discotecas por ruidos molestos, polución o suciedad que dejan los locales cuando tienen la obligación de mantener limpio 25 metros a un lado y otro de la entrada al local.
"Deben dirigirse a la Agencia de Protección Ambiental en esos casos", aclaró la integrante de Familias por la Vida, que estimó que para la concientización y la prevención Familias por la Vida centra además sus esfuerzos en una tarea pedagógica que consiste en "enseñarles a los chicos cómo manejarse en la nocturnidad, como cuidar el espacio que ocupan y que deben tener en cuenta mientras se divierten".
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