POBREZA

Alertan que los comedores comunitarios "no dan abasto"

En los primeros meses del año, 1,4 millones de personas cayeron bajo la línea de la pobreza. Los comedores comunitarios son un espacio de ayuda y contención.

El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA reveló que en los primeros tres meses de 2016 la pobreza creció un 12%, lo que suma a 1,4 millones de nuevas personas bajo la línea de la pobreza.

El mismo trabajo resaltó que existe “un fuerte empeoramiento en las condiciones de indigencia y de pobreza, durante el primer trimestre de 2016” y en nuestro país hay hoy 13 millones de pobres y 2,5 millones de indigentes.

"El aumento de pobres es el fracaso del sistema político económico para generar un crecimiento equitativo con igualdad de oportunidades”, dijo al diario Clarín Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA.

En este contexto, los comedores comunitarios son un refugio para quienes no pueden llevar un plato de comida a sus hogares. Sin embargo, la situación se complejiza porque estos espacios no están preparados para albergar a tanta gente. En el comedor de la Fundación Che Pibe de Fiorito, los tres turnos ya no alcanzan para alimentar a los 600 chicos que reciben desde hace años.

Por su parte, el comedor Manos Solidarias que llevan adelante las Madres contra el paco, en Villa Lamadrid, Ingeniero Budge le daba de comer a 370 personas el año pasado y en 2016 el número trepó a 450.

En la Federación de Villas, Núcleos y Barrios Marginados posee 380 comedores que permiten alimentar a 600 mil personas. Por su parte, Caritas asiste a 1.500 comedores en todo el país.

Incluso Margarita Barrientos, quien dirige el comedor Los Piletones, admitió que en los últimos meses aumentó el 50% la cantidad de gente que va a alimentarse a Villa Soldati: se sumaron 80 familias a las 160 que iban habitualmente.


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