PANAMA PAPERS

El Gobierno porteño apura la creación de un organismo paralelo a la IGJ

La medida había sido impulsada durante la jefatura de Gobierno de Macri pero una cautelar presentada por Gils Carbó la frenó. Hoy el fallo de una jueza subrogante le allana el camino a la administración porteña.

El escándalo de los Panamá Papers puso en el centro de la escena el vínculo del actual Presidente, Mauricio Macri, con las sociedades offshore. Página 12 informó la semana pasada sobre la oportunidad que un fallo le otorga a la creación de un nuevo organismo, paralelo a la Inspección General de Justicia (IGJ).

Hoy, la periodista Nora Veiras publica que esta iniciativa fue siempre una de las preocupaciones centrales de Macri que ahora, como jefe de Estado, está más cerca de cumplir. A poco de asumir como jefe de Gobierno, impulsó la creación de un registro de inscripción y fiscalización paralelo a la Inspección General de Justicia (IGJ). Una medida cautelar presentada por la entonces fiscal general Alejandra Gils Carbó frenó la iniciativa.

Ahora, con Macri en la Casa Rosada, una jueza subrogante desestimó aquélla decisión judicial de hace ocho años. Este fallo da vía libre al nuevo organismo pero está apelado por la fiscalía. De este modo, y con la idea de ganar tiempo, el Gobierno de la Ciudad presentó el jueves 14 un recurso para que se levante la medida cautelar y así poder concretar su objetivo.

La IGJ depende del Ministerio de Justicia de la Nación y estableció normas rigurosas para habilitar y fiscalizar sociedades comerciales nacionales y extranjeras, incluidas las offshores, durante la gestión de Ricardo Nissen (2003-2005). “Esas normas implican una limitación reglamentaria para los negocios realizados en el país a través de offshore, pagarían un costo alto sacándolas, les es más útil crear un nuevo organismo a medida de los negocios que quieren hacer”, explicó a ese matutino un conocedor en los mecanismos de evasión impositiva.

El 9 de octubre de 2008, la Legislatura sancionó la ley 2875 que dispone la creación de un Registro Público de Comercio y Contralor de Personas Jurídicas de la ciudad. Entre las atribuciones del nuevo organismo figura “la fiscalización de las sociedades constituidas en el extranjero que realicen actos comprendidos en su objeto social, establezcan sucursales, asiento o cualquier otra especie de representación permanente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

"La creación de un registro local paralelo y simplificado no permite un control eficaz del fraude societario y, menos aún, del fraude cometido a través de la utilización de sociedades extranjeras offshore", Alejandra Gils Carbó - 2009.



Gils Carbó, entonces fiscal general ante la Cámara Comercial, cuestionó la constitucionalidad de la norma que avanzaba sobre la ley de autonomía de la Ciudad de Buenos Aires que reserva la jurisdicción del Registro Inmobiliario y de la IGJ en la Nación. La actual Procuradora presentó además una medida cautelar para impedir la puesta en práctica del nuevo organismo. Durante ocho años, el expediente se demoró en distintas instancias hasta que a fines de febrero la jueza subrogante Nacional de Primera Instancia en lo contencioso Administrativo Federal Número 12, Macarena Marra Giménez, consideró que la Fiscalía no tiene legitimidad para cuestionar la vigencia de la ley sin pronunciarse sobre la cuestión de fondo, es decir la constitucionalidad de la norma porteña. La actual fiscal general Gabriela Boquin y el fiscal Fabián Canda apelaron el fallo.

Antes de que los fiscales presenten los argumentos de la apelación, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a través del letrado apoderado Fernando José Conti reclamó ante el juzgado que se deje sin efecto la medida cautelar. De esa forma, entraría en vigencia la ley que permite la creación del nuevo organismo.

El escrito, al que accedió Página/12, funda su urgencia en que “el Estado Nacional no ha apelado, quedando firme la sentencia”.

En la demanda original, la IGJ también había cuestionado esa ley porteña pero con el cambio de Gobierno y el mismo signo político en ambas orillas, el Estado se desentendió del caso. Este argumento alertó a los fiscales que consideran que es obligación de ese poder apelar un fallo que le recorta competencias a la IGJ sin que se haya sancionado una ley nacional que delegue esas facultades en la comuna.

La presentación del Gobierno porteño se anexó al expediente que se tramita en el 5 piso de Carlos Pellegrini 681 pero desde el juzgado no informaron a los fiscales.

El apuro para resolver esta causa se debe, también, a los plazos que tiene la jueza Marra Giménez al frente de la causa. El 28 de octubre del año pasado, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, presidida por Jorge Eduardo Moran, le prorrogó la subrogancia a la jueza hasta el 28 de febrero para que resuelva, entre otras, la causa por la creación del registro porteño. Sobre el filo de ese plazo, Marra Giménez fallo por la incompetencia de la Fiscalía.

Con la sentencia terminó la vigencia de su subrogancia, es decir de su suplencia a cargo del juzgado. Sin embargo, la jueza continúa con el expediente y el Gobierno apura el levantamiento de la cautelar para allanar el camino a la creación del nuevo organismo local de registro e inspección.

“La creación de un registro local paralelo y simplificado no permite un control eficaz del fraude societario y, menos aún, del fraude cometido a través de la utilización de sociedades extranjeras offshore. Ello beneficia directamente la actividad de los paraísos fiscales obstruyendo cualquier planificación fiscal basada en la equidad, además, protege las actividades delictivas. La sola idea de liberalizar la actuación de sociedades pantalla amenaza el tejido social y el Estado de Derecho, a la vez que conduce a descargar el peso tributario sobre la gente más pobre (la evasión elevada lleva a gravar el consumo) y sobre los que no tienen facilidades para recurrir a los sofisticados tipos societarios que permiten ocultar las rentas”, escribió Gils Carbó en 2009.




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