CIUDAD

Las seis preguntas de Rodríguez Larreta

El lugar que tendrá el jefe de Gobierno en la política nacional, cómo se posicionarán sus adversarios locales y qué implicará el traspaso de la Federal son algunos de los interrogantes de un año que promete ser intenso.

Werner Pertot
El 2016 nos recibe con más dudas que certezas, como solía decir el conductor Pablo Marcovsky en uno de los envíos de la extinta programación de Nacional Rock. El nuevo Gobierno nacional acumula medidas, polémicas, acomete cambios cuyas consecuencias todavía no están a la vista. ¿Y el gobierno de la Ciudad? Por años, estuvimos acostumbrados a que la política porteña estaba en el centro de la escena, dado que el jefe de Gobierno era, a la vez, el principal opositor al kirchnerismo gobernante. ¿Se mantendrá esa centralidad? ¿Habrá sintonía siempre o empezarán a surgir las primeras disputas de poder, ahora que el PRO tiene tres gobiernos? Son algunas de las preguntas que tenemos y que se irán contestando a medida que avance el año.

¿Cómo se parará Horacio Rodríguez Larreta ante el nuevo escenario nacional? El jefe de Gobierno porteño se ha caracterizado por ser uno de los dirigentes más fieles a Mauricio Macri. De hecho, por eso fue elegido por el líder del PRO en una interna en la que Gabriela Michetti contaba con ventaja y fue derrotada en una acción coordinada de todo el partido amarillo. Cerca de Macri, consideran que Larreta ganó con votos prestados y, mientras elogian su capacidad de trabajo, no le dan otro puesto que el de un lugarteniente. Larreta, en cambio, se ve de otra manera: siempre soñó con ser presidente y ahora el camino está a la vista. Es probable que este año y los venideros siga en la senda que le dio resultado: acompañarlo a Macri en las buenas y en las malas y esperar que le llegue la oportunidad como sucesor. Hoy no se vislumbra un escenario en el que Larreta pueda decidir antagonizar con su líder, lo que no quiere decir que no llegue a suceder (la Argentina te da sorpresas). La pregunta es cómo hará para mantenerse en los medios y no quedar tapado por la escena nacional. También es importante estar atentos a las nuevas rivalidades que tal vez surjan con sus eventuales competidores: María Eugenia Vidal podría (o no, según cómo le vaya en la gestión) ser otra candidata a sucesora. Pero falta mucho para todo eso. Este año, Larreta tiene previsto un escenario calmo en la Ciudad, con una oposición que no hace pie y que, en el caso de ECO, perdió a su líder. Lo que nos lleva a la siguiente pregunta:

¿Qué hará Martín Lousteau? Fue el principal adversario del PRO y una de sus amenazas más tangibles. Quedó a tres puntos de ganarle a Larreta a mediados del año pasado, lo que hubiera terminado con el proyecto presidencial de Macri. Tenía potencialidad hacia 2019. Sus dirigentes afirmaban que se iba a dedicar a la Ciudad, pero un día Lousteau se sacó una foto con Macri y partió a la embajada en Washington. ¿Tiene retorno? Sus adláteres aseguran que sí, que de alguna manera ECO se mantendrá como una fuerza opositora en la Ciudad mientras son aliados al PRO a nivel nacional. Los macristas descuentan que esto no va a pasar: que les van a votar todas las leyes, porque no van a tener margen para otra cosa. Pero, de nuevo, la Argentina es un país que da sorpresas: habrá que ver cómo se maneja Lousteau en estos años y si hay un momento propicio para que rompa con el PRO y regrese a la Ciudad. Hoy, parece difícil. Si emerge un adversario en la Ciudad, es el Frente para la Victoria.

¿Cómo se va a posicionar el kirchnerismo porteño? No es una novedad: la estrategia del FpV en la Ciudad nunca dio resultados. El PRO le ganó en todas las elecciones, excepto en los resultados de algunas de las presidenciales en las que Cristina Fernández de Kirchner arrastró a sus candidatos locales. Los kirchneristas tienen menos problemas que ECO para posicionarse como oposición, dado que también son opositores a nivel nacional, pero este año tendrán que enfrentar varias turbulencias internas. Hay sectores del PJ porteño que siempre tuvieron una línea más acuerdista y que pueden meter ruido en la estrategia que buscará desplegar el jefe del bloque K en la Legislatura, Carlos Tomada. Esa tensión entre quienes impulsan una línea negociadora y los que tienen la lógica de la construcción de una alternativa existe desde hace tiempo, pero este año es probable que eclosione. Habrá que ver cómo se reordena el peronismo.

¿Qué implicancias tendrá el traspaso de la Policía Federal? Este martes se concretará el traspaso de la Policía Federal a la Ciudad de Buenos Aires, lo que mantendrá ocupado a Larreta con una serie de problemas bien concretos. Los macristas habían dejado trascender que habría un período de transición en que la Metropolitana y la Federal se mantendrían separadas. Hay extensas cuestiones a resolver: el escalafón es distinto en las dos fuerzas, también los sueldos, la obra social y las jubilaciones, además del pequeño detalle de quién será el jefe policial. Todo esto tiene bastante preocupados a los federales. Además, al parecer, los macristas cambiaron de idea y propone lo opuesto a lo que decían hace algunas semanas: ahora la fusión entre las dos fuerzas será inmediata y pasarán a tener un tercer nombre, que no se difundió, pero que podría ser Policía Local. Complicada en la persecución de tres prófugos, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no dio más precisiones. Si se concreta esa medida, la nueva policía pasará a tener los 15 mil oficiales y suboficiales de la Federal más los 6.300 de la Metropolitana y el jefe de Gobierno pasará a ser el responsable de la seguridad en todo el territorio porteño.

¿Se traspasarán el puerto y el juego? Cuando era jefe de Gobierno, Macri reclamaba el traspaso de otras competencias, entre ellas el puerto y el juego. Todavía no hay novedades sobre cuándo y cómo se trasparán esas áreas, que producen millones en materia de recaudación. Ese silencio es llamativo. To be continued…

¿Cómo será la Ciudad por venir? Un dato innegable es que el macrismo le cambió la cara a Buenos Aires, para bien o para mal. El Metrobus de 9 de Julio, la peatonalización del microcentro, las bicisendas fueron todas obras que apuntaron a dejar una huella, con un cierto ímpetu fundacional. Larreta pretende continuar con esas líneas, pero también tiene en carpeta un proyecto que deje su marca, algo para que lo recuerden: la unión de todas las líneas de trenes debajo del Obelisco. Se llama RER, aunque algunos lo conocen con su alias de Subtrenmetrocleta. Será necesario seguir las reconfiguraciones que produce esa y otras obras en el territorio porteño, así como los cambios que ocurrirán en la política porteña, las nuevas figuras que pueden surgir en este escenario de todo amarillo, y los interrogantes que nos acerca el futuro, que siempre superan a las respuestas.

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