COMUNA 15

Cerati y Gardel atraen fans a Cementerio Chacarita

El cementerio de la Chacarita tiene más de 140 años de existencia, alberga a varios personajes destacados de la historia.


El Cementerio de la Chacarita es uno de los principales atractivos turísticos de Buenos Aires ante el peregrinar de fans del músico Gustavo Cerati y el cantante Carlos Gardel que acuden a dejarles flores y mensajes de eterna admiración.
 
Los dos íconos argentinos que internacionalizaron su talento en épocas muy diferentes son los huéspedes más famosos del cementerio más grande de la Ciudad de Buenos Aires, en donde conviven lujosos mausoleos con modestas tumbas en la tierra y un crematorio.
 
Con más de 140 años de existencia, este cementerio alberga a otros personajes destacados de la historia argentina, como los escritores Roberto Artl y Osvaldo Soriano, el pintor Antonio Berni, los músicos tangueros Juan D'Arienzo, Osvaldo Pugliese y Aníbal Troilo, y la escritora María Elena Walsh.
 
Pero desde que Gardel, el cantante más importante en la historia del tango, fue enterrado aquí a fines de los años 30 después de morir en un accidente aéreo en Colombia, su tumba se convirtió en paso obligado para miles de fanáticos de todo el mundo.
 
El fervor por el artista queda en evidencia en la esquina de las calles 6 y 36 de la Chacarita, donde luce una escultura de Gardel sonriente, vestido de etiqueta, con su característico corte de cabello, como si estuviera listo para cantar “El día que me quieras”, “Volver” o “Por una cabeza”.
 
A diario llegan admiradores de todo el mundo con la misión exclusiva de adornar la tumba con flores. Con el transcurrir de las décadas, también se han amontonado placas en las que Gardel es recordado por amigos, asociaciones, clubes, todos, por supuesto, vinculados al tango, de países como Perú, Italia, Estados Unidos, Puerto Rico, Panamá, España, Alemania y México.
 
“Carlitos, eternamente grande”, “Gracias Carlitos, por los favores recibidos”, “Dedico este homenaje a Carlos Gardel, el rey del tango”, “Gracias Carlitos por unir generaciones con tu don”, “Al siempre perfecto e inalcanzable intérprete de toda la humanidad”, rezan algunos de los mensajes plasmados.
 
En el nicho se dispersan fotos del “Zorzal criollo”, corazones, placas con la figura de una guitarra, y hasta agradecimientos escritos a mano en los escasos espacios libres que quedan en la pared.
 
La popularidad de Gardel comenzó a ser disputada en este Cementerio en septiembre de 2014 por Gustavo Cerati, el líder de la mítica banda Soda Stéreo que también convoca a seguidores de América Latina y Europa que vienen exclusivamente a visitar su lugar de descanso.
 
El problema es que el cuerpo del músico, que falleció a los 55 años, después de haber permanecido cuatro años en coma por un accidente cerebro vascular, descansa en un nicho del Panteón de la Merced, sin espacio para construir un altar popular semejante al de Gardel.
 
Una foto del músico en acción, tocando la guitarra en un recital, y una serigrafía, son la señal de que se ha llegado al nicho 2912 del primer piso de este edificio enclavado en el inmenso terreno de la Chacarita.
 
“Gustavo Adrián Cerati. Gus”, señala la pequeña placa que identifica el sepulcro del artista, y que justo al lado tiene el de su padre, Juan José Cerati.
 
Rosario y flores adornan de manera permanente el nicho de Cerati, ya que los regalos, placas o mensajes que dejan los fans suelen ser recogidos y entregados a sus familiares, quienes de manera expresa han pedido que no se escriba nada sobre la lápida.


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