ELECCIONES 2015

La participación de la Defensoría en las elecciones

La actividad del organismo dentro del acto eleccionario busca garantizar la representatividad, legalidad y transparencia.

Alejandro Amor
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires celebró días atrás un comunicado emitido por la Conferencia Episcopal Argentina en el que piden aunar esfuerzos en las próximas elecciones nacionales que se desarrollarán el 25 de octubre, para asegurar la transparencia y evitar todo tipo de sospechas que terminen provocando desconfianza y acentúen las divisiones entre los argentinos. “Que ningún signo de violencia o intolerancia ensombrezca el acto eleccionario. Esperamos actitudes de nobleza para reconocer y respetar la legítima y soberana voluntad popular”, dice el Episcopado.

A pocos días de los comicios nacionales, nuestra institución repite y sostiene con firmeza, que el voto es un derecho fundamental que tienen los pueblos para consagrar su representación, y las Defensorías del Pueblo, como parte del Estado garante de la legitimidad y la transparencia de los comicios, deben participar activamente para reforzar el sistema democrático y garantizar la plena vigencia de los derechos del electorado.

Las Defensorías del Pueblo de la Argentina, nucleadas en ADPRA (Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina) tienen especial voluntad de actuar como observadores electorales de los próximos comicios, para ejercer el rol que la Constitución nos ha encomendado.

La soberanía popular que ostenta la ciudadanía determina los derechos políticos primordiales de elegir representantes por medio del sufragio, y participar como candidato a cargos públicos electivos, para ejercer la política, y participar en el Estado y en el gobierno en condiciones de igualdad. Por ello, asumimos entre nuestras prioridades la protección y defensa de los derechos políticos, porque éstos son una herramienta indispensable para el pleno ejercicio, transparente e igualiltario, de todo el pueblo sin distinciones.

Las Defensorías deben convertise en una institución que se constituya en verdadera y legítima garantía del cumplimiento irrestricto de estas conquistas de nuestros pueblos, en pleno ejercicio de la democracia.

Las Defensorías como veedoras, mejoran aspectos claves de los comicios y los procesos electorales en general. Fortalecen los mecanismos a través de los cuales la ciudadanía se instruye sobre las propuestas electorales y los sistemas de votación, releva las condiciones de los establecimientos habilitados para votar, su accesibilidad y vela por el derecho al secrto del voto.

En nuestra experiencia, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires tuvo un papel fundamental en la capacitación del electorado, con la incorporación de tecnología en el voto, que se comenzó a aplicar este año.

Las Defensorías son, sin lugar a dudas, piezas claves en la defensa de los derechos humanos, y en el esfuerzo por sostener las condiciones de igualdad, debemos participar de forma activa de uno de los acontecimientos constitutivos de la democracia, la elección nacional.

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