LIBROS Y BARRIOS

La Biblioteca Nacional reabrirá su sede en San Telmo

La Biblioteca Nacional reabrirá su vieja sede del barrio de San Telmo. La reapertura del “Anexo Sur – Borges y Groussac” se llevará a cabo en el edificio de México 564 antes de fin de año, según lo anunció su director Horacio González.


La Biblioteca Nacional reabrirá su vieja sede en el barrio de San Telmo antes de fin de año. Ahí, en los históricos anaqueles del inmueble sobre la calle México 564, se acomodarán títulos vinculados al pensamiento, la historia y la cultura argentina.

Así lo anunció su director, Horacio González, durante el acto de lanzamiento de la 42° edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se realizará en abril de 2016. “Haber abandonado ese edificio fue un error del Estado argentino”, dijo González, e informó que la sede principal de la Biblioteca Nacional conservará su ubicación actual, sobre la calle Agüero.

“El Estado vuelve sobre sus pasos para reparar el error de haber abandonado ese sitio y recuperar la memoria política, arqueológica, urbanística y cultural”, destacó González en la Sala Jorge Luis Borges, ante la presencia del ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi; el presidente de la Fundación el Libro, Martín Gremmelspacher; y el director de la Axencia Galega das Industrias Culturais, Jacobo Sutil Nesta.

González destacó que la ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, “se convenció de la necesidad de recuperar ese lugar viendo las estanterías vacías”. Según el funcionario, el lugar se llamará “Biblioteca Nacional-Anexo sur – Borges y Groussac”, y convivirá con el Ballet Folclórico Nacional. “El Centro Nacional de Música que actualmente funciona en ese edificio está siendo relocalizado en otros lugares, en el centro de la Ciudad”, dijo.

Como primer paso se trasladará a San Telmo la exposición itinerante sobre Borges que posee la Biblioteca. “Esto ocurrirá antes de fin de año y espero que las autoridades que nos sigan, fortalezcan la posibilidad de concretar este proyecto”, anheló el funcionario.

González afirmó también que se están haciendo restauraciones en el edificio que “tenía años de abandono” y que era motivo de preocupación de las autoridades que, como él, buscaban “no ser cómplices de una desidia mayor”.

El edificio iba a ser la sede de Lotería Nacional, se nota en los bolilleros de metal que adornan las escaleras del edificio de México 564, en San Telmo. Iba a ser, pero finalmente fue la sede de la Biblioteca Nacional. Los libros llegaron en 1901 y se fueron en 1993, rumbo al edificio moderno y funcional que se proyectó para ellos en el barrio de Recoleta.

Paul Groussac, que dirigió la biblioteca durante más de cuatro décadas, se ocupó personalmente de que ese fuera el destino de ese edificio que tiene seis pisos, puertas de madera que miden casi cuatro metros de alto, balcones de mármol, chimeneas con el sello institucional y una sala de lectura con estantes altísimos y nombres como Heródoto y Tito Livio impresos en bronces en las paredes.


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