SITUACIÓN DE CALLE

BAPman

Maximiliano Corach, titular del programa para personas en situación de calle, reconoció que los subsidios que dan son insuficientes. La Auditoría porteña viene pidiendo hace dos años que los cambien. Un informe muestra las falencias del programa.

Werner Pertot
Quedó tapado por la oleada de noticias de todos los órdenes, pero merece destacarse. En lo que quizás sea la entrevista del mes, el titular del programa Buenos Aires Presente (BAP), Maximiliano Corach, admitió que los subsidios para personas en situación de calle están desactualizados. Lo que no tuvo en cuenta es que la Auditoría General de la Ciudad viene recomendando hace ya dos años que los actualicen, sin conseguir que la escuchen. Un informe de 2014 revela falencias en el control interno del programa.

Desde aquí contamos cómo vive una familia que está en un hotel de Constitución, pagado por el Gobierno porteño como si fuera el Sheraton, pero que no tiene ni camas, ni baño, ni calefacción, ni instalación eléctrica segura. El caso de esa familia es uno entre las 13 mil personas que viven en hoteles subsidiados por el Gobierno porteño.

"Desde 2014 la Auditoría porteña viene reclamando que se actualicen los subsidios para las personas en situación de calle".



Sobre esta situación, hay que agradecer la honestidad de un funcionario macrista, quien dejó en claro que el dinero que dan no alcanza. El reportaje al hijo del ex ministro de Interior de Carlos Menem fue publicado por el diario Clarín. El fragmento en el que la periodista Mariana Iglesias le pregunta por los subsidios no tiene desperdicio:

-El subsidio que les dan no alcanza.
-Les damos 1.800 pesos por mes.
-Sí, pero una cama cuesta 3.000.
-Ah, no sabía.
-Desde 2014 dan 1.800... ¿No hay inflación para la gente de la calle?
-Sí, deberíamos rever el tema de las cifras de los subsidios.

Está claro que no se trata sólo de revisar los montos, sino de ejercer un control más efectivo sobre los lugares donde se hospedan para que cumplan con algunas condiciones mínimas de habitabilidad. Pero lo cierto es que desde 2014 la Auditoría porteña viene reclamando que se actualicen los subsidios para las personas en situación de calle. Luego del reportaje a Corach, la presidenta de la Auditoría, Cecilia Segura, le salió al cruce. Algunas de las cosas que dijo:

“Que el gobierno macrista no actualice los montos de subsidio a personas en situación de calle demuestra la insensibilidad total del gobierno y sus funcionarios", Cecilia Segura.



* “La Auditoría aprobó un informe en 2014 en donde se le pedía al Gobierno de la Ciudad que actualice el monto de los subsidios que reciben las personas en situación de calle. Es una vergüenza que los montos estén congelados cuando la inflación oficial en la ciudad del 2014 a la fecha es del 126 por ciento”. 

* “Que el gobierno macrista no actualice los montos de subsidio a personas en situación de calle demuestra la insensibilidad total del gobierno y sus funcionarios, que en cambio se muestran bien predispuestos a redeterminar los precios de los grandes proveedores y contratistas del Estado”.

La presidenta de la Auditoría porteña se refería al informe sobre “Apoyo a familias en situación de calle”, que fue aprobado por unanimidad (es decir, con el voto de los macristas) en 2014. El trabajo releva cómo se desempeñó el programa de ayuda a personas en situación de calle durante 2013. En el informe destacaron que no hay información confiable respecto de la cantidad de personas que perciben el beneficio, dado que el Gobierno porteño da distintas cifras ante la Auditoría y en una causa judicial.

En el reportaje, Corach aseguró que había 850 personas en situación de calle. Cuando la periodista le advirtió que otras organizaciones indican que son muchos más, el funcionario PRO dijo: “No voy a opinar sobre la percepción de la gente. Lo que pasa es que vienen del conurbano, por eso parecen más”. La presidenta de la Auditoría aclaró en base al informe que el programa no contabiliza personas en situación de calle, sino quiénes reciben el subsidio. Una de las observaciones de la Auditoría era revisar el sistema de estadísticas.

En las conclusiones de ese informe de 2014 se indicaba que el programa funciona más como un paliativo que como una solución habitacional definitiva y que es necesario avanzar en un plan para que esas personas no vuelvan a estar en la calle o bien que no deban judicializar su situación ante el final del subsidio. En el informe, se destacaba que el 33 por ciento de los subsidios estaban judicializados. 

"En las conclusiones de ese informe de 2014 se indicaba que el programa funciona más como un paliativo que como una solución habitacional definitiva y que es necesario avanzar en un plan para que esas personas no vuelvan a estar en la calle o bien que no deban judicializar su situación ante el final del subsidio".



El trabajo de la Auditoría también destacó que el sistema de controles internos del programa era débil, a raíz de un extenso listado de falencias: “a) ausencia de control y archivo de los recibos de alquileres presentados mensualmente por los titulares del beneficio no judicializados , b) ausencia de información confiable respecto de la cantidad de personas que perciben el beneficio, c) ausencia de estadísticas sobre familias que obtuvieron el beneficio bajo la forma de “salida estable”, d) archivo incompleto de los legajos de los beneficiarios, e) ausencia de registro de los casos denominados “pendientes”, es decir aquellos ciudadanos que fueron atendidos pero cuyo trámite quedó inconcluso, lo cuales deberían computarse atento haber implicado la utilización de recursos humanos y físicos del Programa y como un posible elemento de ponderación de la demanda insatisfecha”.

La Auditoría decía textualmente: “Sería recomendable que cuente con un sistema de actualización, en función de las variaciones del precio de mercado del monto mensual del subsidio habitacional. Es dable mencionar que no cuenta con evaluaciones ni indicadores de gestión que permitan evaluar el alcance y los efectos de esta ayuda en las condiciones habitacionales de la población beneficiaria”. Esa información que llegó a través de los canales institucionales recién fue escuchada por los funcionarios cuando se lo preguntó un diario.

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