- Sociedad
- 11.11.2025
AMBIENTE
La Ciudad lanzó una campaña para reemplazar termómetros de mercurio
Bajo el lema "Buenos Aires sin mercurio" los vecinos podrán llevar sus instrumentos a los Puntos Verdes Móviles y cambiarlos por termómetros digitales.
Durante todo el mes de noviembre, los vecinos podrán acercar estos objetos con mercurio a los Puntos Verdes Móviles, donde podrán intercambiarlos por un termómetro digital o de pistola, según disponibilidad y hasta agotar el stock. Para participar, solo es necesario presentar un impuesto o servicio a nombre del vecino.
La campaña está a cargo de la Subsecretaría de Ambiente, a través de la Agencia de Protección Ambiental (APrA), y cuenta con la colaboración de Farmacity y Newsan mediante su línea Philco Medics, que aportan los termómetros digitales como alternativa segura para el hogar. Todos los elementos recolectados son tratados como residuos peligrosos y gestionados conforme a estrictos protocolos ambientales.
A partir de diciembre, los Puntos Verdes continuarán recibiendo los instrumentos con mercurio, aunque sin intercambio, asegurando su tratamiento y disposición final en rellenos habilitados.
El mercurio es altamente dañino para la salud. El contacto directo o la inhalación de sus vapores puede causar irritaciones, mareos, náuseas, intoxicaciones leves o dificultades respiratorias, mientras que su ingestión afecta el sistema nervioso, los riñones y otros órganos vitales. En caso de rotura de un termómetro con mercurio, se recomienda ventilar la zona durante 15 minutos. Luego, con guantes, recolectar los vidrios cuidadosamente y usar un papel o trapo absorbente para juntar el mercurio. Todo debe colocarse en una bolsa hermética, que se introduce en una segunda bolsa, se encinta y se lleva al Punto Verde Móvil.
Existen alternativas seguras y precisas para reemplazar los instrumentos con mercurio. Los termómetros digitales funcionan con sensores electrónicos, brindan lecturas rápidas y no implican riesgo de contaminación. También hay termómetros de galio, que se parecen a los tradicionales pero son inocuos, y en laboratorios e industrias se utilizan sensores electrónicos e infrarrojos que no generan residuos peligrosos.
Con esta iniciativa, la Ciudad refuerza su compromiso con la salud de los vecinos y el cuidado del medio ambiente, fomentando la sustitución de elementos contaminantes por alternativas seguras y sostenibles.
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