AGRESIÓN HOMOODIANTE

Golpearon a un joven por ser gay y denunció que “hay más ataques homoodiantes”

Juan Sabin fue brutalmente golpeado a la salida de un boliche y mientras lo agredían lo insultaron por ser gay. Sabin habló y denunció: "Desde que hay más discursos de odio circulando, hay más ataques homoodiantes”

Juan Sabin, un joven de 24 años, fue brutalmente golpeado por ser gay. La agresión sucedió cuando salía de un boliche en la Ciudad y quienes le pegaron se decían entre ellos “déjamelo a mí, siempre le quise pegar a uno de estos", según el relato del joven. Sabin terminó con su cara quedó completamente fracturada y tuvo que ser operado.
 
Entrevistado en radio Futuröck, Sabin contó: “Hace mucho no hablaba del tema, un par de días. Me operé el lunes pasado gracias a la solidaridad de la gente, que me ayudó a llegar al monto necesario para la cirugía”.
 
Y agregó: “Sufrí un ataque homofóbico, me pegaron dos locos a la salida de Rheo y me fracturaron la mandíbula en dos. Me pusieron como cuatro placas, y tengo 16 tornillos en la cara. La operación duró un montón, pero me dolió mucho más psicológicamente. Es algo que no elegí y que no quería, y lo estoy sufriendo”.
 
“Yo quiero que se haga justicia cuanto antes. Aparentemente a los agresores los tenemos identificados, solo queda que la Justicia actúe bien y rápido", exigió Sabin.
 
Sobre los hechos, contó que “estábamos saliendo con un amigo que vino de viaje. Lo habían llamado a mitad de la noche, se había muerto la abuela y estaba en una crisis, llorando desconsoladamente. Fuimos hasta Av. Libertador y pasaron dos tipos que se le burlaron, yo les paré el carro. Ahí me vinieron a pegar”.
 
“No quisieron pegarle a mi amigo, solamente a mí. Decían entre ellos 'déjamelo a mí, siempre le quise pegar a uno de estos'”, lamentó. Respecto al contexto sociopolítico, Juan señaló para las personas del colectivo lgbtiq+ “es normal vivir agresiones raras, y eso lo sentís siendo de la comunidad. En ambientes laborales, en la calle”.
 
Así, destacó: “Es fuerte escuchar que el poder normaliza los discursos de odio. Me pone mal, pero no depende de mí”. “Desde que hay más discursos de odio circulando, hay más ataques homoodiantes. Me empezó a dar miedo”, denunció y concluyó: “Ahora me estoy recuperando, me pone muy mal no tener más la cara que tenía. Le tuve que poner un parate a mi vida porque dos personas enfermas quisieron que así sea”.


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