ELECCIONES PORTEÑAS

Licitación a medida, autoridades a dedo y un nombre clave: las irregularidades del voto electrónico

La votación porteña está cada vez más cerca y crecen las dudas alrededor de la modalidad eligida por Rodríguez Larreta. Un repaso por las irregularidades del proceso en la elección y aplicación para estas elecciones.


Este año, el jefe de gobierno porteño y precandidato presidencial Horacio Rodríguez Larreta decidió que las elecciones de la Ciudad serán el mismo día que las nacionales pero con un cambio  que anunció como “Boleta Única Electrónica”. La decisión de Rodríguez Larreta de cambiar la modalidad en las próximas elecciones porteñas tiene un conjunto de irregularidades que van desde la licitación hasta el nombre que eligieron.
 
Según consignó Nueva Ciudad días atrás, una de estas iregularidades involucra a Ezio Emiliozzi y el Instituto de Gestión Electoral (IGE). El IGE debutará este año en la administración de los comicios locales, de acuerdo con lo estipulado en el Código Electoral aprobado en 2018. Antes, el organismo a cargo era la Dirección Electoral del gobierno porteño. El nuevo ente promovido por Larreta debe ser autárquico, con personería jurídica pública estatal, autarquía financiera e independencia funcional, pero que aún no tiene confirmadas sus autoridades como debiera.
 
Es que Emiliozzi está a cargo del IGE designado en comisión, lo cual significa que cumple esa función por un simple decreto de Larreta. Esa situación coliciona con el Código Electoral que se aprobó en la Legislatura en 2018 bajo impulso del propio jefe de Gobierno porteño, ya que dicha normativa indica que tanto el titular del ente como un adjunto deben ser designados con 2/3 partes de la Legislatura, cosa que no ha sucedido hasta el momento.
 
Otra irregularidad que también tiene que ver con el Código Electoral aprobado en 2018 es que en dicha normativa, el jefe de gobieno porteño puede definir la fecha y si es o no "desdoblada". Sin embargo no puede determinar el método de votación, es decir, si se vota con Boleta Única (papel) o voto electrónico con respaldo papel. Larreta definió el método por decreto, violando el Código Electoral vigente.
 
Esta semana los medios se encargaron de difundir una tercera irregularidad que tiene que ver con quiénes se harán cargo de la “Boleta Electrónica”, es decir, con la licitación. Los pasos a seguir para este proceso son: el registro de proveedores posibles previo a la licitación, se realiza una auditoría sobre los mismos y luego se define quién recibirá a licitación. Este proceso es nulo en esta caso ya que hay un solo oferente: Magic Software Argentina (Grupo MSA).
 
Fuentes legislativas del oficialismo porteño y del Ejecutivo vinculadas al proceso de licitación señalaron a Télam que, tras el cierre del plazo establecido para la presentación de ofertas, Magic Software Argentina (Grupo MSA) fue la única firma que participó del llamado.
 
MSA, radicada en el distrito tecnológico de Parque Patricios, fue la proveedora del sistema en 2015, cuando se usó el voto electrónico por primera y única vez en la Ciudad, y también resultó ganadora de las licitaciones en Salta y recientemente en Neuquén.
 
Así, se anula el proceso que determina el Código Electoral de auditar varios sistemas antes de ser licitados. El problema es que al no tener otras opciones, si la auditoría sale mal no habría otro sistema de votación. Así sucedió en 2015, según consignó
Andrés Snitcofsky en su Twitter, se votó con un sistema que tenía serias críticas en la auditoría anterior y que no hubo una "segunda auditoría" para ver si se habían corregido. Se votó con un sistema con "seguridad vago", afirmado por la justicia.
 
Por último, hay una irregularidad que parece un detalle pero da cuenta del camino de recorre el gobierno de Rodríguez Larreta para lograr acomodar el sistema a su deseo. Esta tiene que ver con el nombre que puso el Jefe de Gobierno porteño a esta modalidad: Boleta Única Electrónica; dado que la ley vigente en 2015, exigía que si se proponía el Voto Electrónico debía ser revisado por la Legislatura porteña y aprobado con 2/3.
 
 


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