OPINIÓN

"Larreta baja impuestos que el mismo creó", por Werner Pertot

De campaña, el jefe de Gobierno se dio el lujo de anunciar una rebaja impositiva que iba a ser financiada por un fallo de la Corte, pero no pudo ser. También anunció en la previa del 8M que iba a cerrar el Ministerio de Mujeres si llega a la presidencia.

Es un año electoral y, al parecer todo vale. Incluso salir a anunciar rebajas impositivas, como hizo la semana pasada el jefe de Gobierno. Horacio Rodríguez Larreta encabezó una conferencia de prensa, en la que dijo que enviará un proyecto a la Legislatura porteña para dar de baja el impuesto a las tarjetas de crédito que él mismo creó. Esto dio lugar a una serie de reacciones: la primera, obviamente, de la oposición porteña que le cuestionó que haya creado ese impuesto cuando evidentemente no lo necesitaba. La segunda fue de los halcones del PRO que le saltaron al cuello por ceder en la pelea por la coparticipación porteña. Mientras seguía esa polémica, y con un don de la oportunidad bastante cuestionable, Larreta eligió la víspera del 8M para afirmar que si llega a ser presidente va a cerrar el Ministerio de Mujeres. Así no hay asesores de comunicación que aguanten.

El jefe de Gobierno organizó la puesta en escena de la rebaja impositiva para poder decir que si llega a presidente ese va a ser el camino. Solo tuvo que dejar de lado una serie de cuestiones: la primera que es un impuesto creado recientemente… ¡por él mismo! La segunda, que lo creó argumentando que con la baja de coparticipación que dispuso Alberto Fernández no le alcanzaban los fondos (cualquiera que mire el presupuesto porteño puede reírse de esta afirmación, máxime si además hubo una ley específica para financiar a la Policía de la Ciudad).

El tercero es que prometió que iba a bajar ese impuesto si la Corte le fallaba a favor. La Corte, efectivamente, le falló a favor (y allí están los chats de Marcelo D’Alessandro para darnos una idea de cómo se gestó esa sentencia). Fue en una cautelar, que hasta ahora no se efectivizó. Es decir, que el Gobierno porteño no recibió los fondos, que –todo indica- eran un gran aporte de campaña para que pudiera anunciar la rebaja impositiva. Sin los fondos, igual hizo la rebaja, casi como si todo fuera pate de un mismo plan electoral.

Larreta hizo caso omiso a todos estos factores y le dio para adelante: dijo que el Gobierno nacional “incumple” el fallo (en realidad, lo apeló y usó un mecanismo para pagar que ya había sido fijado en otras causas para otras provincias) y que él no podía seguir esperando. Aseguró que la decisión la tomó luego de la apertura de sesiones de Alberto Fernández: “Escuché cómo una vez más atacaba a la Ciudad, tratándonos a todos los argentinos que vivimos acá como si no fuéramos parte del país, me quedó claro que definitivamente nunca van a acatar el fallo. Ahí dije: ‘basta, esto se termina acá’”. ¿Qué cosa se termina? A continuación, anunció que le estaba pidiendo a la Corte que embargue fondos nacionales para financiar su gobierno.

Apenas terminó su conferencia de prensa, Larreta comenzó a recibir críticas desde la oposición porteña, pero también desde adentro de su propio partido. Los halcones le salieron al cruce por esta decisión. Como muestra, bastan los tweets de la ex secretaria de Lucha contra la Corrupción (Ajena) Laura Alonso, quien parodió a Larreta: "No van a acatar un fallo de la Corte y bueno, no me voy a pelear. Te saco un impuesto y no pasó nada. ¿Y el diálogo? Me mareo", dijo. "Con una defensa así, los porteños terminamos todos en Montevideo como en el siglo XIX", lanzó, por si quedaban dudas. La interna del PRO nunca se detiene.

Desde la oposición porteña, señalaron que la anulación del impuesto sin contar con los fondos nacionales le da la razón al Gobierno nacional en que el aumento de coparticipación que dispuso Macri cuando era Presidente excedía lo necesario para financiar el traspaso de la Policía Federal y que, por lo tanto, el presidente Fernández tenía razón en reducirlos.

"En primer lugar, queda claro que los recursos que recibía la Ciudad del Estado Nacional eran suficientes -e incluso, mayores- para afrontar el costo de la Policía transferida. Es por ello que fue innecesaria la creación de este impuesto", expuso la legisladora Claudia Neira, quien también advirtió que la cautelar de la Corte se vuelve, con esta decisión, todavía más injustificada: "Por otro lado, es evidente que el Presidente Fernández tenía razón y que la Corte Suprema actuó políticamente en favor de Larreta. No había peligro en la demora que hiciera necesaria la medida cautelar dictada, adelantando una resolución de fondo que requiere un abordaje serio".

Probablemente, estos argumentos retornen en la sesión en la que la Legislatura deberá tratar la baja del impuesto, donde más de uno puede preguntarse a donde fue la plata.

Pero no fue el único éxito comunicacional del jefe de Gobierno. También optó en la previa al 8M por afirmar que si llega a la presidencia da de baja el Ministerio de Mujeres. "No creo que la importancia que uno le dé a un tema en el gobierno depende de que tenga un ministerio, secretaría o subsecretaria", sostuvo. Para ejemplos, está la Ciudad: la dirección de la Mujer es una entidad de tercer orden en la jerarquía y con un presupuesto que ha sido ampliamente cuestionado.

No es la primera vez que Larreta tiene acciones que van en contra del feminismo: su ministra de Educación, Soledad Acuña, prohibió el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas. Hace poco sumó a su gobierno a la evangelista Cynthia Hotton, quien se opone de forma militante al matrimonio igualitario y a la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Toda una marca.

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