IGLESIA

Se jubila Mario Poli, el polémico arzobispo porteño: quién podría sucederlo

Conocido por escándalos con el gasto de recursos económicos de la Iglesia y por defender a un cura violador. El Papa tiene que nombrar a un sucesor, cuáles son los nombres que suenan.

El cardenal primado de Argentina y arzobispo porteño, Mario Aurelio Poli, presentó su jubilación, tras cumplir 75 años y tal como lo establece el Código de Derecho Canónico debe dejar su cargo al llegar al límite de edad para el ejercicio episcopal.
 
Ahora el Papa debe decidir quién ocupa el casillero vacío que deja Poli en una jubilación que puede ser ágil o puede ser trámite ralentizado hasta que Bergoglio defina su decisión.
 
Según consignó Política Argentina, fuentes eclesiásticas de Roma y Buenos Aires dejaron trascender que el Papa aceptará la renuncia de Poli en los plazos establecidos, pero que nombrará un administrador apostólico hasta que anuncie formalmente quién será el nuevo arzobispo porteño.
 
Los escándalos de Poli

 
El desempeño de Poli estuvo rodeado de escándalos que van desde el freno en la comunicación con la comunidad judía, el descalabro financiero y hasta la defensa un cura violador.
 
El arzobispo porteño es recordado por  bloquear el programa televisivo “Biblia, diálogo vigente” que conducía el presbítero evangelista Marcelo Figueroa, acompañado por el rabino Abraham Skorka y quien luego sería el Papa Francisco con la idea de fomentar el diálogo entre interreligioso, parte de lo que empezó a tensar la relación entre Bergolio y Poli, porque ese diálogo terminó frenandose con algunas excepciones como en noviembre de 2020 cuando en plena pandemia por Coronavirus hubo un encuentro ecuménico en la Catedral porteña, impulsado y organizado por la conducción del consejo ejecutivo de la Conferencia Episcopal.
 
Poli, además, mostró durante su gestión irregularidades en las ventas de inmuebles del arzobispado, comprobadas por la auditoría vaticana, y mala conducción del equipo de asesores, sobre quienes muchos señalan como los verdaderos ejecutores del despilfarro financiero.
 
Desde que se conoció el informe realizado por expertos del Vaticano, filtrado a la prensa en octubre del año pasado, que hasta menciona el intento de venta del emblemático estadio Luna Park, el arzobispo porteño no pudo vender ningún bien, ni realizar operación económica de envergadura.
 
Otros detalles que signaron su gestión escandalosa, por citar un ejemplo, fue la elección de Julio Miranda como rector del seminario donde se forman los religiosos. Miranda es un sacerdote de oficio contador, administrador de empresas y apasionado de los yates.
 
Al despilfarro económico de  Poli sumó su respaldo al sacerdote Manuel Fernando Pascual, un religioso de 68 años que estuvo detenido en el penal de Ezeiza y tiene un pedido de condena de 15 años de prisión, por parte del fiscal Andrés Madrea, quien lo investigó durante años por abuso sexual de por lo menos dos monjas de la congregación Hermanas de San José.
 
Abusador que Poli intento acoger cuando el cardenal primado Mario Aurelio se presentó ante el Tribunal Oral Nº 3 para ser “fiador personal” de Pascual y así refugiarlo en un domicilio del arzobispado para evitarle la cárcel.
 
 
¿Quién podría ser el nuevo arzobispo?
 
Se espera que el Papa Francisco elija al frente de la iglesia porteña una figura que exprese su ideología. Entre los candidatos a suceder a Poli aparecen tres nombres: el arzobispo Carlos Azpiroz Costa, de Bahía Blanca; el obispo Eduardo García, de San Justo, y el arzobispo Jorge Lozano, de San Juan y actual secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
 
Azpiroz Costa es quien en principio reune las cualidades por las que el Papa se inclinaría, es un religioso (dominico), predicador, educador, dialoguista y pastor cercano. Mientras que a García Francisco lo conoce porque fue colaborador suyo en Buenos Aires y suma puntos por su impronta social y tras sumar experiencia en la gestión pastoral en la difícil realidad del partido bonaerense de La Matanza.
 
Por su parte Lozano, presenta las mismas características que el matancero y ya le ha confiado en otras oportunidades situaciones complejas, entre ellas, acompañar a familiares de víctimas de la tragedia de Cromañón o manejar la tensa situación con ambientalistas de Gualeguaychú por las pasteras uruguayas. En la lista también aparece Tucho Fernández, arzobispo de La Plata y uno de los teólogos preferidos de Francisco. Su destino, sin embargo, no estaría, dicen puertas adentro de la iglesia a Letra P, en Buenos Aires sino en Roma.
 
El tercer grupo lo conforman dos obispos que de ser elegido alguno significarían un cambio rotundo de dirección. Uno es el auxiliar porteño y obispo villero Gustavo Carrara; el otro, Jorge García Cuerva, actual diocesano en las tierras kirchneristas de Santa Cruz. Si bien podría ser sorpresivo, el Papa Francisco ha dado muestras de que podría innovar al tratarse de ser su elegido para sucederlo en Buenos Aires.


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