Villa Crespo festeja su 134° aniversario

Hoy el barrio de Villa Crespo cumple 134 años y el Gobierno de la Ciudad lo festejará mañana sábado en Thames, entre Aguirre y Juan Ramírez de Velasco, de 14 a 18 horas con propuestas gastronómicas y culturales para toda la familia.
 
El festejo será en la cuadra de Mercat que abrirá sus puertas y dispondrá de sus instalaciones y clases abiertas en distintas materias. También, a lo largo de toda la calle, se podrán encontrar distintas actividades culturales, como clases de baile, lecturas abiertas y distintos stands que ofrecerán sus servicios.
 
También la Subsecretaría de Tránsito y Turismo y la Subsecretaría de Deportes dirán presentes. Ambas, contarán con actividades recreativas y de concientización para todas las edades. Asimismo, la empresa Solbayres dispondrá de actividades sobre reciclaje, higiene urbana y cuidado del medio ambiente.
 
Serán parte de parte del festejo el club Atlanta; la librería Fetiche que realizará una lectura abierta de “Lo que aprendí de las bestias” de Albertina Carri con Michelle Arturi; el Centro Cultural Osvaldo Pugliese ofrecerá un show de folclore; y el cierre estará a cargo de la banda de percusión Bloco La Marea.
 
El nombre de Villa Crespo proviene del apellido del intendente Municipal Dr. Antonio F. Crespo, quien apadrinó la instalación de la Fábrica Nacional de Calzado cuya instalación, así como las casas de los que allí trabajaban dio origen al barrio. El nombre del barrio se debe a los rematadores de esos terrenos, los que en honor al Intendente Crespo y alentados por la familia Lebrero, propietaria de los mismos, comenzaron a denominar el lugar como la Villa de Crespo, porque la subasta tenía demarcada la ubicación de la futura plaza, la estación, la seccional policial, la escuela y demás edificios que componen una villa o pueblo en formación.
 
El aumento de la población originó un constante crecimiento comercial. Sus vecinos auto organizados en sus instituciones, desarrollaron un alto grado de actividad social. A principios de los años 60 y durante los 70, el barrio sufrió un éxodo de vecinos que junto a la desaparición de varias de sus entidades, provocó la merma de sus actividades culturales que afectaron también al comercio.