PATRIMONIO

El Ministerio de Salud se mudará al antiguo Palacio Municipal

El Ministerio de Hacienda de la Ciudad dejará el histórico edificio de Bolívar 1, pero será ocupado por la cartera de Salud. Se demora el plan para desocuparlo.


El antiguo Palacio Municipal, donde funcionó la Jefatura de Gobierno porteño, ubicado a pasos de la Plaza de Mayo, ahora será ocupado por el Ministerio de Salud. En los próximos días, el Ministerio de Hacienda y Finanzas dejará el lugar. Fernán Quirós tendrá allí su nuevo despacho.
 
El Ministerio de Hacienda traslada sus usos al Palacio Lezama, frente al parque homónimo, en el barrio de San Telmo; mientras que Salud deja oficinas distribuidas en diferentes edificios para concentrar funciones en Bolívar 1.
 
Ambas mudanzas están coordinadas por el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción, de José Luis Giusti. "Estamos transitando la segunda etapa de un proyecto que contempla tres etapas de mudanzas y de reorganización de los espacios de trabajo. Esto tiene que ver con la optimización de los recursos disponibles y la nueva organización del trabajo. Estimamos que hay 8.000 espacios laborales que ya no serán necesarios debido al teletrabajo", explicó a Clarín el funcionario.
 
En números aproximados, según cifras oficiales: la Ciudad tiene 50.000 puestos laborales, sin contar con los planteles médicos, policiales y docentes.
 
Las mudanzas en pandemia arrancaron con el Instituto de Viviendas de la Ciudad (IVC), que dejó un edificio alquilado en San Telmo y se mudó a la nueva sede del Ministerio de Desarrollo Humano en Ciudad Oculta, Villa Lugano.
 
Con su traslado a Bolívar 1, el Ministerio de Salud devolverá las oficinas del Tribunal Superior de Justicia porteño que utilizó durante años. Mientras tanto, junto con Hacienda también se muda al Lezama la Subsecretaría de Gestión de Recursos Humanos, que hasta ahora ocupaba oficinas en un edificio de la calle Maipú. Todo esto tiene como finalidad "ahorrar recursos que durante años se destinaron a alquileres", explicó Giusti.
 
Con la mudanza de Salud se demora la descentralización total que el Ejecutivo porteño tenía como objetivo para todos sus ministerios, una de cuyas consecuencias era desocupar el antiguo Palacio Municipal. Como parte de ese plan fue que la Jefatura de Gobierno se mudó al edificio de Parque Patricios.
 
También se avanzó con reubicar las sedes de algunos ministerios. Así como la de Desarrollo Humano se construyó en Ciudad Oculta, la de Educación se levantó en la Villa 31.
 
Lo cierto es que la pandemia puso en pausa una de las obras más importantes respecto a la descentralización, que es el nuevo edificio para Hacienda. A fines de 2020 se suspendió el llamado a licitación para su construcción, en el sitio en donde estaba la Cárcel de Caseros. A ese mismo lugar se planea llevar a la AGIP.
 
La piedra fundamental del Palacio Municipal fue colocada en 1890. Se trata de una obra del arquitecto Juan Antonio Buschiazzo, que se hizo por encargo del entonces intendente Francisco P. Bollini.
 
El Palacio, de estilo italianizante, fue inaugurado tres años después, en 1893. Recibió muchas críticas por su austeridad arquitectónica y por sus salones de "sencillez franciscana", como los describían los medios de la época. Algunos decían que iba a ser provisorio, que no podía ser definitivo.
 
Las crónicas indicaban que se había utilizado mobiliario de algunas residencias cercanas, que habían sido demolidas recientemente. Sucede que antes de la construcción de este edificio, comenzaba una gran obra de infraestructura que le cambió la configuración a esa zona de la Ciudad: el ensanchamiento de la Avenida de Mayo. Esto obligó a tirar abajo muchas construcciones.
 
El aspecto del edificio original tuvo un cambio radical en 1911, cuando se inició una obra de ampliación. Creció a lo alto, ganó metros cuadrados y se le anexó una importante cúpula, hasta llegar a los 65 metros de altura. El palacio siempre tuvo la misma función, albergar al poder central de la Ciudad. Hasta 2015, cuando la Jefatura se mudó a Parque Patricios como puntapié inicial para comenzar con la descentralización.
 
Algunos años después fue ocupado por el Ministerio de Hacienda y Finanzas que, en las próximas semanas, comenzará su traslado. Le llegó el momento también de salir del Área Central para instalarse en Barracas, en el Palacio Lezama, frente al parque homónimo. Según fuentes del Gobierno porteño, "operativamente el personal ya se encuentra preparado para la mudanza, falta definir una fecha".
 
El Palacio Municipal posee una protección estructural: según el Código de Planeamiento Urbano, "se encuentran afectados a este nivel aquellos edificios de carácter singular y tipológico que, por su valor histórico, arquitectónico, urbanístico o simbólico caracterizan su entorno, califican un espacio urbano o son testimonio de la memoria de la comunidad".
 

Hasta ahora, el Ministerio de Hacienda debía cumplir las tareas de intendencia del edificio. Es decir, del mantenimiento de la estructura, el funcionamiento de ascensores o equipos de aire acondicionado, y de la limpieza, la seguridad y el control de accesos, entre otras funciones.
 
Más allá de la protección estructural, la ex Jefatura del Gobierno porteño forma parte de un conjunto patrimonial extraordinario. Hacia el río, se inicia con la Casa Rosada y el CCK, continúa por Plaza de Mayo, hacia el Palacio del Congreso, incluyendo al Cabildo, la Casa de la Cultura, el Hotel Castelar, al Palacio Barolo y al Edificio del Molino, entre muchos otros. Una sucesión de construcciones que dan cuenta de la historia y la riqueza arquitectónica del Área Central.
 
A lo largo de todos estos años, el Palacio Municipal sufrió muchos cambios, fue testigo de miles de protestas y manifestaciones, de un bombardeo -el de 1955 de las Fuerzas Armadas contra el gobierno de Juan Domingo Perón- e incluso pudo haber sido rematado.
 
Sí, también fue exhibido en una feria internacional de real state, Mipim. Una feria en la que participan las más grandes ciudades del mundo y en donde también "muestran" sus proyectos de transformación y sus estrategias de inversión a futuro. En esa ocasión, el Gobierno porteño les puso precio a la ex Jefatura y a la Casa de la Cultura: 30 y 20 millones de dólares respectivamente.


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