Denuncian que en la Villa 31 los contagios fueron “mucho mayor que en el resto de la Ciudad"

Al comienzo de la pandemia el mensaje de los diferentes gobierno fue “quedate en casa” develando un problema estructural histórico que es la crisis habitacional. Un barrio donde pudo verse la problemática fuela Villa 31 en la Ciudad. Con ese punto de partida, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) elaboró el informe La pandemia en la Villa 31.

Allí planteó, según consignó Big Bang News, que "aun con un proyecto de re-urbanización en curso, el accionar del Gobierno nacional y del Gobierno porteño en la Villa 31 resultó inadecuado e insuficiente para evitar la propagación del virus en el barrio”. “La tasa de contagios y el ritmo de aumento, mucho mayor al del resto de la Ciudad dan cuenta de esto. Además, se puso de manifiesto que el riesgo frente a la pandemia no es igual para todas las personas. Quienes viven en barrios populares, como la Villa 31, estuvieron especialmente expuestos al contagio y, a su vez, referentes comunitarios y personal de la primera línea dentro del Barrio fueron quienes corrieron los mayores riesgos", agregó el informe.

El infectólogo Jorge Aliaga consideró que "en los barrios populares de la Ciudad la epidemia cursó de manera descontrolada. Casi tan rápido como si no se hubiese hecho nada para detenerla”. “Esto se da por las condiciones de vida, por el hacinamiento, la imposibilidad de aislarse, por compartir el baño. En la Villa 31, si en junio se había contagiado el 53%, quiere decir que hoy ya se contagió todo el mundo. No hubo un desastre sanitario de muertos porque no hay tanta gente mayor", explicó.

Un dato relevante en relación a los servicios públicos fue la interrupción del servicio de agua en distintas manzanas durante las primeras semanas del ASPO dificultando(o anulando) la posibilidad de cumplir las medidas sanitarias y de prevención frente a la pandemia. Según una integrante del Comité de Crisis, la falta de agua fue un hito cuya gravedad llevó a la unidad de distintos sectores del barrio, unificando a distintas organizaciones de distintos sectores políticos para que la Secretaría empiece a tomar medidas y ayudara a las y los vecinos.

El informe advirtie sobre esto: "Como puede verse en otras problemáticas, como el acceso a servicios básicos o a la alimentación, durante la pandemia de COVID-19, la organización comunitaria fue central y dejó, otra vez, en evidencia que quienes hicieron y autogestionaron el barrio son quienes mejor lo conocen, y los convierte en aliadas y aliados indispensables para el desarrollo de políticas en territorio".

"Las desigualdades intensificadas en estos meses y la organización autogestiva ponen de manifiesto las deudas históricas que los Estados tienen con las personas que habitan barrios populares en general, y con la Villa 31 en particular", concluye.